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Golpe policial
El OIJ y la Fuerza Pública impidieron que una banda conformada por tres hombres robó ¢600 mil de una oficina de bienes raíces. Los sospechosos fueron detenidos ayer, a las 4:15 p.m., frente al edificio al que ingresaron.
Róger BENAVIDES/Al Día
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Bandas atemorizan la capital
Seleccionan a clientes bancarios, mensajeros, contratistas y cobradores Álvaro SÁNCHEZ CÓRDOBA
alvarosanchez@aldia.co.cr
Tres bandas conformadas por, al menos, cuatro personas cada una, atemorizan desde hace varios meses en la capital.
Mensajeros, cobradores, contratistas y seleccionados clientes bancarios son las víctimas de estos grupos que han dado varios golpes importantes, reconoció ayer Eduardo Guzmán, jefe de la Policía de Proximidad Metropolitana.
Estas bandas habrían propinado, en lo que va del año, unos siete golpes importantes y otros menores, pero las sumas robadas no bajan de los ¢100 mil.
La Fuerza Pública y el OIJ capturaron ayer, en plena acción, a tres hombres en Barrio Córdoba, quienes formaban parte de una cuarta banda que trabajaba en San José.
Estos hombres de apellidos Brenes, Solano y Ramírez eran seguidos desde hace algunos días por la policía y fueron capturados a las 4:15 p.m. de ayer cuando intentaron llevarse ¢600 mil de una oficina de Bienes Raíces, propiedad de Manuel Blanco Castro.
A Blanco lo encañonaron, al igual que a su secretaria y los tiraron al piso. Los delincuentes salieron con una caja con dinero, pero la policía pudo detenerlos antes de que huyeran. (Ver recuadro: “Miedo ... disparos”).
Los tres detenidos tienen antecedentes por robos similares, aseguró Guzmán. Muy selectivosSegún Guzmán, los detenidos y las otras tres bandas que se dedican a este tipo de robos seleccionan muy bien a sus víctimas y les hacen un seguimiento de, al menos, tres días.
De esa manera logran determinar las rutas que utilizan y los días en que portan una importante cantidad de dinero.
Guzmán explicó que este tipo de asaltos se presenta principalmente en la vía pública, sin embargo, hay casos en los que se hacen pasar como clientes e ingresan a inmuebles como ayer.
“A estas bandas les estamos siguiendo la pista desde hace días. Se unen unos tres o cuatro y seleccionan a una persona. A veces el seguimiento que hacen es más largo para determinar si manejan una mayor cantidad de dinero”, añadió Guzmán.
Los delincuentes que forman estas bandas, por lo general, se trasladan dos en una motocicleta con cascos completamente cerrados y otro camina por la acera.
En el caso de ayer, dos viajaban en una moto de alto cilindraje, otro los acompañaba por la acera.
Se presume que otro hombre estaba en un vehículo cerca del lugar.
A los detenidos ayer se les decomisó un arma calibre 32 y un cuchillo.
La mayoría de los robos que han hecho estas bandas son en el centro de San José, Curridabat, San Pedro y Escazú.
Miedo ... disparos
“Estamos buscando un apartamento”.
Esa fue la frase que cambió la tarde a Manuel Blanco Castro, propietario de una oficina de bienes raíces, ubicada en barrio Luján. Él se hallaba con su secretaria.
“Cuando los dejamos entrar le pusieron el arma en la cabeza a la secretaria y nos pidieron que nos tiráramos al piso. Fueron momentos muy angustiantes, pues teníamos el dinero para pagarles a las personas que trabajan con nosotros.
Yo les entregué la caja con el dinero y nos dijeron que no nos levantáramos, de lo contrario nos matarían”, relató don Manuel, quien prefirió no ser fotografiado para evitar represalias.
Cuando dos de los sospechosos salieron del edificio se montaron a una moto e intentaron huir, pero un vehículo del OIJ se les atravesó y los detuvo.
En ese momento hubo un intercambio de disparos con otro hombre que intentaba huir a pie.
“Hubo algunos disparos, pero nadie salió herido, fueron para alertar al sospechoso que quería huir a pie”, explicó Eduardo Guzmán, jefe de la Policía de Proximidad del Área Metropolitana.
“Yo solo vi cuando esas personas salieron corriendo y se montaron a la moto, ahí un carro se les atravesó y empezaron a disparar. Solo me dio tiempo de meterme en una casa que tenía la puerta abierta, pues la cosa se pudo fea”, mencionó Carlos Quirós, quien pasaba por el lugar.
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