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Felices Carlissa Dapson (centro) y Alexa Cuza (derecha), de la comparsa Los Brasileiros, desfilaban ayer a las 4:00 p.m. por las calles de Limón, ante las miradas de miles de personas. Allen CAMPOS/Al Día
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Contagiosa alegría caribeña
Carnaval de Limón Isaac LOBO ilobo@aldia.co.cr
Limón. Cuesta que empiece y es más difícil que se organice bien. A veces es imposible ponerse de acuerdo, pero cuando arranca, el desfile de carnaval arrastra a todos consigo. Es una gran ola festiva que no hace diferencias.
Ayer, a las 1:30 p.m., se inició una de las festividades más tradicionales del país. Como siempre, estuvo cargada de color, comparsas, carrozas, música que hace mover el espíritu y de un calor que produce genera una contagiosa alegría.
La gente no puede evitar bailar. En Limón todos saben cómo inyectar a las personas de ritmo y sabor. Los turistas y los locales vibran en un solo cuerpo. Todos forman una masa deseosa de pasarla bien.
No por ser una fiesta, esta actividad debe ser tomada a la ligera o de forma poco profesional. Aunque quienes llegan a ver el desfile se divierten y logran ahogar sus penas, mientras disfrutan el paso del carnaval sentados en sillas, disfrutando de comida y de bebidas espiritosas, no por eso los organizadores deben dejar que el evento tome forma por obra y gracia de Dios, sin meter mano. Es una lástima que una pachanga como esta, con grandes dosis de cultura, pierda su brillo.
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Puro color Laura Salazar, de la comparsa Los Brasileiros, se entregó por entero al baile, a las 4:12 p.m. Allen CAMPOS/Al Día
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Lo decimos porque al principio de la actividad las comparsas que venían de fuera salieron a tiempo (Ritmo Latino, de Pavas; Los Cumbancheros, de Alajuela y Los Pachangueiros, de Puntarenas), pero luego todo se desordenó y hubo grandes espacios entre grupo y grupo de bailarines locales. Eso hizo que el calor se sintiera más pesado. Vestidos y ...La comparsa Los Espectaculares, de Limoncito, no pudo desfilar. A sus integrantes se les dijo que debían cerrar el carnaval, pero Los Brasileiros –de los gemelos Sterling– pesaron más y, como los primeros no estuvieron listos a tiempo, debieron guardar sus trajes y su música para el año siguiente.
A pesar de que la fiesta no es sinónimo de orden en Limón, la gente disfruta del esfuerzo de las comparsas para ponerle picante al ambiente. Cabe reconocer que estos grupo están integradas por jóvenes que ponen su empeño con tal de que este día sea recordado como el mejor. Niños, niñas y adolescentes batallan sobre el asfalto caliente para ofrecer un bonito espectáculo, ¡Un aplauso grande para ellos!
Es más, el carnaval infantil que adornó las calles limonenses el sábado, estuvo mejor organizado. Sin embargo Los Excelentes, Los Súper Star, Los Indios y Los Brasileiros montaron su fiesta y al llegar a Cieneguita ya habían calentado motores y mucha gente no se dio cuenta de los problemas del inicio. Para ellos, lo importante es pasarla bien a como dé lugar.
Y tuvieron más por la noche, cuando los muchachos de Marfil entregaron sus éxitos de siempre, en Cieneguita.
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