Domingo 17 de octubre, 2004. San José, Costa Rica.


Luis Miguel en concierto...

Campeonato Nacional 2004-2005


 

Mauricio y Harold

Esteban CUVARDIC

La Selección se está jugando su clasificación al Mundial. No es una broma. Es un asunto serio. Muy serio. El fútbol hace mucho que dejó de ser una simple diversión.

La Tricolor, en el partido contra Guatemala, se ganó un 100. Hizo un juegazo. Qué dicha. Le cerramos la boca a los chapines y gozamos como en los tiempos de la eliminatoria hacia el Mundial 2002.

Y en Canadá también se logró un gran triunfo. Un punto más y estaremos en la otra fase.

En medio de tanta satisfacción, hay dos asuntos que no se deben obviar. Uno es sobre Mauricio Wright. El otro, sobre Harold Wallace.

Empecemos con Wright. Es un jugador de gran categoría para nuestro nivel, con talento suficiente para destacar en el fútbol europeo, con el AEK de Atenas.

Es uno de los cinco mejores defensores que dio Costa Rica en la última década. Y en lo personal, lo considero una persona agradable.

Sin embargo, lo que hizo antes de ir a Canadá es imperdonable. Abandonó la concentración de la “Sele” sin siquiera esperar a ver la lista de Pinto para el juego ante Canadá.

Lo que hizo Wright es una falta de respeto para el seleccionador, para sus compañeros en la Tricolor y para el país.

Wright no fue tomado en cuenta para el partido contra Guatemala. Ni siquiera estuvo en la banca. Y asumió que Pinto tampoco lo llevaría a Canadá.

Una actitud impropia de un jugador tan veterano como él. Una absoluta falta de profesionalismo. Pinto dijo que sí lo iba a convocar.

Pero no es de extrañar. Wright ya montó su show particular cuando entre lágrimas abandonó la concentración de la Sele en el hotel Tilajari, cuando Steve Sampson era seleccionador.

Dijo que renunciaba. Que no volvía a la Sele. Al parecer, Sampson no lo tenía en cuenta.

Con el tiempo, las palabras de Wright se las llevó el viento. Cambio de entrenador y regreso a la Tricolor.

“Qué bien”, pensé. Es uno de los mejores defensores y puede ser de gran ayuda en la eliminatoria.

La segunda parte del show de Wright se dio la semana anterior. Él dice que no renunció.

Para mí sí renunció. Renunció a la posibilidad de ayudar a la Sele en Canada. Renunció a la posibilidad de que Pinto tuviera otra alternativa en la defensa.

Renunció a la posibilidad de colaborar con sus compañeros. Renunció a la posibilidad de darle una alegría al país.

Sólo espero una cosa: que mientras Pinto sea seleccionador, nunca más lo vuelvan a convocar.

En el caso de Harold Wallace, da cólera porque el lateral manudo venía subiendo su nivel. Hizo un juegazo con la Liga ante Saprissa, en el clasico. Dicen que hizo otro juegazo contra Guatemala.

Pero se le presentó - no es la primera vez - un problema de pensión y no pudo viajar a Canadá.

Ojalá Pinto castigue a Harold y no lo convoque para el partido contra Honduras, en la última fecha. Ya es hora de sentar un precedente con el “asunto de las pensiones”.

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