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Balacera
Roy Bolaños Ulate, de 45 años, murió tras recibir varios disparos mientras descansaba en la cama de su casa en Carrillos Abajo de Poás, Alajuela.
José RIVERA/Al Día
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Temor por ajusticiamientos
Nueve en los últimos 21 días Erick CARVAJAL M.
Álvaro SÁNCHEZ C.
alvarosanchez@aldia.co.cr
Una hora y media después del asesinato de una pareja en Limón, el viernes pasado por la noche, cuatro hombres ejecutaban a Roy Bolaños Ulate, de 45 años, en la cama de su casa en Carrillos Abajo de Poás, Alajuela.
En los últimos 21 días, las autoridades judiciales contabilizan 9 muertes violentas o ajusticiamientos. Sólo en dos de los casos se han capturado a los sospechosos. (Ver recuadro).
El director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Jorge Rojas, reconoció ayer que la forma en que se está matando es típica de “cobronazos” por deuda y los delincuentes no dejan duda de la violencia con que están actuando.
Bolaños fue asesinado por armas de bajo calibre.
Sus homicidas aprovecharon que estaba acostado en una cama y le dispararon sin ninguna contemplación. Su cuerpo tenía más de seis impactos de bala.
Un agente judicial alajuelense indicó que los criminales fallaron algunos disparos, pues habían otros orificios en las sábanas.
Roberto Alfaro, oficial de la Fuerza Pública de Carrillos, explicó que Bolaños tenía problemas desde unos ocho meses.
“Incluso, en algunas oportunidades pasó la noche aquí en la delegación, como medida de protección”, dijo.
Los asesinos de Bolaños ya lo habían visitado en otras oportunidades, pero no lo habían encontrado.
“Muchas veces los vimos huir cuando la patrulla se acercaba a la casa de Bolaños”, comentó Alfaro.
Roy Bolaños Ulate se dedicaba al transporte de carga por Centroamérica. También trabajó como tractorista y tenía cinco hijos.
Antenoche, un joven, que no quiso identificarse, estaba en la casa de Bolaños cuando se dieron los hechos.
El joven se encontraba con otros en el corredor de la casa. Eran las 8 p.m. Corrieron...“Estábamos hablando y como a esa hora vimos un carro parquearse por las matas”, dijo.
Del automóvil, un BMW gris, se abrió una de las puertas, pero el muchacho relató que no se podía ver a nadie.
Del carro salieron cuatro hombres, corrieron a la casa de Bolaños, y en el corredor intentaron atraparlos.
Tres de los cuatro jóvenes que estaban allí lograron escapar.
“Salimos corriendo atrás, al patio, pero a uno de nosotros sí lo metieron a la casa”, explicó.
En ese momento, en la casa estaba toda la familia y Bolaños permanecía descansando en el cuarto.
“No escuché ninguna discusión, estaba muy asustado”, comentó.
Al cabo de unos segundos, se escucharon los disparos y los hombres salieron corriendo de la casa.
Ayer en la mañana, uno de los hijos de Bolaños, quien no dio su nombre, comentó que todavía no podía creer lo que había sucedido.
“Fue una noche terrible”, dijo. Ley en sus manosEste tipo de homicidios conmueve a comunidades como Desamparados, Poás de Alajuela, Siquirres y el centro de Limón.
Son ajustes de cuentas, no solo con armas de fuego, ya que también, en dos casos, las personas murieron golpeadas a “tubazos”.
“La gente quiere resolver los problemas al estilo del oeste, tomando la justicia por su manos”, advirtió el director del OIJ.
Rojas no considera justo mostrar a Limón como la zona más problemática, pero está consciente de que hay una situación difícil por resolver en el Caribe.
“Muchas veces son problemas por drogas, pero no lo podemos asegurar. Lo que si es evidente es la forma de cobrar venganza”, destacó.
Para Rojas, Limón se convierte en una zona propensa al delito ante la gran cantidad de indocumentados que viven en ese sector: colombianos, dominicanos, nicaragüenses, jamaiquinos y de otras nacionalidades.
“Las autoridades debemos volver el ojo a ese sector y fortalecer el control de indocumentados. Esto no quiere decir que solo ellos cometan delitos o participen en estas actividades, pero se requiere un control”, agregó el jefe de la policía judicial. CapturadosEn estos 9 homicidios la policía ha capturado a tres sospechosos. La detención más reciente la realizaron agentes del OIJ de Siquirres el sábado 9 de octubre.
En el centro de esa localidad, atraparon a un taxista de apellido Campos, quien sería sospechoso de del asesinato contra el empresario Óscar Gutiérrez Céspedes, ocurrido el 2 de octubre.
Gutiérrez murió por los golpes que recibió de sus asesinos y fue encontrado en una habitación de las cabinas Las Brisas, las cuales eran de su propiedad.
De la misma forma murió, el 29 de setiembre, Tomás Jiménez Vargas, de 20 años, en Batán, Limón.
En este caso, fueron detenidos dos sujetos de apellidos Mora, de 39 años, y Jiménez, de 22 años, el 1 de octubre pasado, en esa misma localidad.
Ambos figuran como presuntos responsables del homicidio de Jiménez, quien murió por los golpes que recibió luego de una riña.
Luego su cuerpo fue abandonado en una plantación de arroz.
En todos los casos, según la policía judicial, hay un factor en común: la droga.
Violentos episodios
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Domingo 26 de setiembre
Javier Marín Fernández, un taxista “pirata” de 35 años, fue asesinado de cuatro disparos en el centro de Limón. El robo no fue el móvil y no hay sospechosos detenidos.
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Lunes 27 de setiembre
Geovanni Arias Pérez, de 27 años, fue asesinado de cuatro balazos en Rancho Redondo de Goicoechea. Los sospechosos incendiaron su carro y lo lanzaron a un precipicio. El robo no fue el móvil y no hay sospechosos detenidos.
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Martes 28 de setiembre
William Montero Bogantes, de 66 años, comerciante, fue asesinado, en Tarbaca, de tres disparos en la cabeza, mientras que los dos restantes en el abdomen. El robo no fue el móvil y aún no hay detenidos.
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Miércoles 29 de setiembre
Tomás Jiménez Vargas, de 20 años, fue asesinado a garrotazos en una céntrica finca arrocera de Batán, Limón. Dos sujetos, de apellidos Mora, de 39 años, y Jiménez, de 22 años, fueron detenidos como sospechosos del hecho.
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Sábado 2 de octubre
Óscar Milton Gutiérrez Céspedes, de 42 años, fue asesinado en una de las cabinas de las cuales era propietario en Siquirres a tubazos con golpes en su cabeza. Hay un hombre, de apellido Campos, detenido como sospechoso.
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Sábado 9 de octubre
Richard Lozano, un panameño, fue acribillado de ocho balazos de la urbanización Madeira, en Desamparados. Los delincuentes hicieron 34 disparos al taxi donde viajaba con un amigo. No hay sospechosos y el robo no fue el móvil.
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Viernes 15 de octubre
César Vargas Valencia, colombiano de 38 años, y la mujer que lo acompañaba, una indocumentada no identificada, fueron acribillados con más de seis balazos cada uno en el mirador Moín de Limón. A las víctimas les dispararon con AK-47 y otra de 9 milímetros. El carro tenía unos 35 agujeros por las balas. No hay sospechosos.
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Viernes 15 de octubre
Érick Méndez Hidalgo, de 25 años, fue asesinado de un balazo cerca de las cabinas “El Pájaro Azul”, en Quepos. El OIJ sospecha que se trata de un ajusticiamiento por el conocimiento en círculos policiales que se tienen del fallecido. No le robaron nada y no hay sospechosos.
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