|
Perspectivas
Adiós a la limusina Mónica Umaña
De nada le sirvió responder que aún era el Secretario de la OEA, y que, por esa razón, gozaba de inmunidad. La periodista salvadoreña repitió, enérgica, que él era “exsecretario” de ese organismo internacional.
Su argumento tampoco evitó que lo esposaran. Al pie de la escalerilla del avión, le informaron que tenía derecho a una llamada, y, de inmediato, le pusieron las esposas.
Bajó con cara compungida, creo yo. Tal vez me equivoque, y lo que su rostro reflejaba era, más bien, la molestia de un expresidente al verse a sí mismo arrestado como cualquier otra persona investigada por la justicia.
Mientras bajaba las 23 gradas, mantenía fija la mirada al frente. Me atrevería a asegurar que no vio “la perrera” hasta que estuvo en tierra firme.
Frente a Rodríguez bajó un hombre con un maletín de mano, mientras otro llevaba un chaleco antibalas. La prensa pedía que le permitieran fotografiar a Miguel Ángel.
De ahí fue trasladado hasta los Tribunales en San José. Durante el recorrido, centenares de costarricenses se apostaron en las calles para que su clamor fuera escuchado a través de las pocas rendijas de la “perrera”.
Al llegar a los Tribunales, varias personas lo esperaban en las afueras del sótano, enojadas con la corrupción, con los políticos y con el rumbo que está tomando el país.
Los balcones del edificio de los Tribunales de Justicia se hallaban repletos de empleados, que, conscientes de lo histórico de la situación, no querían perderse ni el mínimo detalle.
Resulta acongojante ver a un hombre brillante regresar a su país en esas condiciones. Sus amigos, políticos, ministros, exministros, diputados y hasta opositores confesaron que, el pasado viernes, lloraron al ver las imágenes de un Miguel Ángel contraído, caminando expuesto frente a la prensa, al pueblo costarricense y al mundo.
En Curridabat, otro expresidente socialcristiano, Rafael Ángel Calderón, de seguro estaría viendo con asombro, en el televisor, la contundencia del accionar de la Fiscalía.
Las próximas horas de Rodríguez serán cruciales para el país, y también para la credibilidad en Francisco Dall'Anese.
|
