 |
Con la canción “Llegaron los aleluyas”, a ritmo de vallenato, Rigoberto Amaya suena de nuevo en las emisoras Estéreo Visión, Faro del Caribe y FCN Estéreo.
Cortesía Rigoberto Amaya/Al Día
|
Al servicio de Dios
Cantantes dejan la música popular para vivir una vida nueva Gabriela SOLANO
gsolano@aldia.co.cr
Encontrar la tranquilidad y la paz interior son algunas de las razones por las cuales Rigoberto Amaya y Kike de Heredia, de los grupos La Selección y Carnaval, respectivamente, le dijeron adiós a la música popular para emprender un nuevo camino y alabar a Dios.
Con ellos hay más; hace poco el conocido Víctor Zúniga –del disuelto grupo La Pandylla– puso a sonar en la radio la canción “Enséñame”, de su primer álbum cristiano, títulado “Dios es bueno”.
Zúniga se mantendrá entre ambos géneros musicales, pero su objetivo es dejar, definitivamente, el escenario popular.
Por su parte, Amaya y Kike tienen entre manos nuevos proyectos discográficos y aseguran que, por ahora, no planean regresar al canto tradicional. A punto de cambiarVíctor Zúniga “recibió a Dios en su corazón” hace tres años y medio, y asegura que ahora Él guía sus pasos profesionales.
“Si estoy en la música secular es porque Dios me lo permite. Él decidirá cúando debo dejarlo, esa es mi meta”, explicó.
Zúniga es parte del grupo “Los Compadres”; empero, en lo que a música cristiana se refiere, ya tiene listo su primer álbum en el que ocho de los 10 temas son de su autoría y los otros dos de Jorge Rodríguez.
El intérprete dice no tener miedo de que falte el sustento en su hogar cuando deje el ambiente secular. “Dios sabe lo que necesita mi familia”, afirma.
La reacción en el medio farandulero ha sido diversa: algunos lo critican y otros lo imitan, lo que – reconoce el cantante– lo llena de alegría. Kike, el exitosoKike de Heredia disfruta de su nueva vida profesional y espiritual, que empezó hace un año y nueve meses. Él asegura que tiene más trabajo que antes, cuando era “el rey de los salones de baile”.
En su discografía tiene tres álbumes y, en la actualidad, trabaja en el cuarto, cuyos temas serán interpretados con trompeta y coro a modo de alabanza a Dios.
Recientemente, “la tentación” tocó a su puerta para ofrecerle la oportunidad de formar parte de Los Hicsos, oferta que rechazó “con un rotundo no”.
Para Kike, uno de los aspectos más bonitos y gratificantes de su vida es cantarle al Señor, sin discriminar por motivos religiosos. Por eso lo llaman para presentar su música en templos católicos y evangélicos.
En el aspecto económico, el trompetista no tiene queja alguna, pues “ahora es mejor remunerado que en sus mejores tiempos”, aseguró.
“Antes, Kike de Heredia llenaba los salones, ahora Dios me ayuda a llenar iglesias”, enfatizó. Fiel a su feRigoberto Amaya es otro de los rostros que la gente recuerda, aunque se haya alejado del escenario popular para entregarse por completo a Dios hace 12 años .
“Vivía con un vacío en el alma. Yo había aceptado a Cristo, pero estaba apartado de su camino. Me tomó seis años salir de la farándula y encontrar fuerzas para lograrlo”, recordó el propio intérprete.
Tras dejar el grupo La Selección, necesitó seis meses para recuperar sus fuerzas y ocho para reproducir y empacar sus casetes de música cristiana.
En 1994, grabó su primer disco cristiano intitulado “Volver al primer amor”. Varios volúmenes le siguieron a este “primer trabajo” y hace dos meses salió a la venta “A dónde iré”.
Esta nueva producción incluye diez temas cantados a ritmo de bolero, merengue, cumbia y balada; con ella Rigoberto espera conquistar el mercado internacional.
Económicamente, al intérprete no le ha ido mal y asegura que, cuando ha estado en aprietos financieros, Dios ha obrado algún milagro para sacarlo de apuros.
|
