 |
Sector trágico
Aurelio Ramírez Jiménez, de 37 años, fue asesinado el 6 de enero, a las 2:50 p.m., en Fray Casiano, de Puntarenas, en la conocida “Parada 7”.
Rolando AVILÉS, corresponsal/Al Día
|
Droga rodea crímenes
Ocho asesinatos en Puntarenas a la fecha Cristian CAMPOS
Ronny SOTO, corresponsales
redaccion@aldia.co.cr
Colaboró Rolando AVILÉS, corresponsal
Puntarenas.- La mayoría de las personas estaban celebrando el cierre del 2003 e inicio de un Nuevo Año, cuando se produjo el primer homicidio del 2004 en la provincia de Puntarenas.
Después de haberle dado el saludo de Año Nuevo a su madre, Meylin Garita, el joven Josué Miranda Garita, conocido como “Tortas” recibió un impacto de bala a la altura del corazón que le produjo la muerte instantáneamente. Corrían en ese momento los primeros minutos del año 2004. Según informes policiales, como consta en el expediente 04-0000001-061 PE del OIJ de Puntarenas, el móvil del asesinato fue por droga y el culpable del hecho Bleimer Mendoza Sánchez fue condenado a 15 años de prisión.
José Alexánder Sibaja Sirias, Aurelio Ramírez Jiménez, conocido como “Tito”, Marvin Hernández Acosta, conocido como “Papo”, Deivin Avendaño Bedoya, María Eugenia Gómez Rivas, conocida como la “Chilindrita”, Rándall Vargas Barrantes, conocido como “Pulga”, y Maricela Segura Segura.
Ellos son los fallecidos en varias partes de Puntarenas entre enero y agosto del 2004, todos con un elemento en común, según el OIJ: la droga. Inicio trágicoTan solo cuatro días después del primer homicidio, apenas se iniciaba el año, Puntarenas vuelve a estremecerse cuando José Alexánder Sibaja Sirias es asaltado en el bar “El ranchito” sobre la costanera.
La noche del 5 de enero, Sibaja murió al recibir un balazo.
Las pesquisas judiciales presentan como sospechoso a un hombre de apellido Ramírez, quien actualmente descuenta prisión preventiva por otra causa ajena a ese asesinato.
El expediente está abierto en la Fiscalía y está a la espera de recabar más pruebas.
Un día después, el 6 de enero, Aurelio Ramírez Jiménez es asesinado con arma blanca y de fuego, en Fray Casiano de Madrid, cerca de la llamada “Parada 7”.
Según informes policiales, la causa del homicidio fueron las drogas y, en este caso, se sabe quien pudo haber sido, pero aún no se ha podido demostrar. El caso continúa en investigación.
El 11 de enero fue Marvin Hernández Acosta, quien se unía a la lista de las víctimas tras recibir un impacto de bala y murió en la puerta de la casa de su hermana en el Progreso de Puntarenas.
Según informes policiales, un menor de edad fue el responsable de disparar. El joven reconoció los cargos y en un proceso abreviado fue condenado a 3 años de cárcel.
A 18 días de comenzar febrero, Deivin Avendaño Bedoya fue asesinado en la misma “Parada 7” de Fray Casiano de Madrid, cerca del estero.
Según el OIJ de Puntarenas, le aplicaron la “ley del silencio” debido a un problema de drogas.
En este caso no hay imputados. También mujeres El 26 de marzo mataron a la primera mujer. Se trata de María Eugenia Gómez Rivas, quien se convierte en la víctima seis.
Ella fue la tercera en ser asesinada en la conflictiva “Parada 7” de Fray Casiano de Madrid. Según el OIJ, a ella la mataron por un asunto de drogas y para evitar que atestiguara en el juicio por la muerte anterior, pues fue testigo.
La policía asegura que conocen a los sospechosos, pero los testigos no desean hablar por temor.
Los tres homicidios cometidos en la “Parada 7” están sin resolver por el temor que tienen los testigos de hablar.
El 27 de junio del 2004, Rándall Vargas Barrantes se convirtió en la víctima número siete.
El conocido “Pulga” muere de una puñalada luego de una discusión en las afueras del bar Puerto-Puerto, en Puntarenas centro. Por este homicidio, un hombre de apellido Gutiérrez figura como sospechoso y descuenta prisión preventiva.
Maricela Segura Segura fue ultimada con arma blanca el 2 de agosto en su casa, en el residencial Palmas del Río.
Como sospechoso figura un hombre de apellido Vílchez Villegas ,quien se encuentra cumpliendo seis meses de prisión preventiva y a la espera del juicio correspondiente. Según informes policiales, fue un crimen pasional.
 |
Aceptar
Doña Meylin Garita González, de 40 años, madre de Josué Miranda Garita, de 17 años (foto inserta).
Rolando AVILÉS, corresponsal/Al Día
|
Un eterno vacío
“Para una madre sus hijos siempre serán sus hijos y uno los va a ver como buenos siempre”.
Así piensa doña Meylin Garita González, de 40 años, madre de Josué Miranda Garita, de 17 años, quien fue asesinado en los primeros minutos del año 2004, aparentemente, por un problema de drogas.
Doña Meylin, madre de otros dos varones, es vecina de Riojalandia de Barranca, Puntarenas.
“El empezó a drogarse como a los 13 años, pero yo no me daba cuenta. Siempre las malas juntas hacen que los muchachos se pierdan, dejan de estudiar y quieren las cosas fáciles”, relató con sinceridad la madre.
 |
|
Josué Miranda Garita/Al Día
|
“Por un problema con el padrastro, Josué se me fue de la casa y aunque yo le lloré para que no se fuera, mi hijo se fue a vivir al barrio El Progreso, donde unas amistades”, recordó la mujer. Para doña Meylin es muy poco el tiempo, ni cien años, dice ella, son suficientes para borrar la herida que le causó la muerte de su hijo.
Siboney Aguirre fue testigo presencial del asesinato de su compañero, en la esquina de la pulpería San Antonio.
“Cuando Josué llegó a la esquina de la pulpería, Bléimer (el condenado por el homicidio) estaba allí, después de hablar brevemente empezaron a discutir y a forcejear. De pronto Bléimer disparó cuatro balazos y el quinto le dio en el corazón”, recordó la mujer.
|
