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Solitario Las calles de Carrillos de Alajuela lucían así ayer, a las 3:30 p.m. Los vecinos están atemorizados por el asesinato del viernes. José RIVERA/Al Día
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Carrillos lleno de temor
Sicarios estarían detrás de otra víctima Erick CARVAJAL MORA ecarvajal@aldia.co.cr
Carrillos, Alajuela. Puertas cerradas y vecinos temerosos es el panorama en Carrillos de Alajuela, después de que, el viernes pasado, fue asesinado Roy Bolaños Ulate, de 45 años, en la cama de su casa.
En el pueblo nadie quiere hablar, pero se escucha un fuerte rumor: los sicarios estarían buscando a otra persona, compañero de Bolaños, para ajusticiarlo.
Las autoridades judiciales de Alajuela todavía no tienen ningún sospechoso en este caso.
Bolaños murió tras recibir más de seis impactos de bala, de armas cortas, mientras estaba acostado en la cama de su casa.
Cuatro hombres ingresaron a la vivienda, el viernes a las 8 p.m., metieron a sus hijos a la casa y amenazaron a su esposa.
Bolaños se encontraba acostado y estaba enfermo.
Un joven, que estaba en el corredor de la casa y logró escapar a los sicarios, comentó que vieron llegar un BMW gris, del cual se bajaron unos hombres.
“Luego ingresaron a la casa y solo se escucharon los disparos”, relató. “Tenemos miedo”Carrillos es un pueblo de 7 mil habitantes, y pertenece al cantón de Poás, Alajuela.
Javier González, empresario dueño de locales comerciales y de la empresa de buses, comentó que la inseguridad se respira en Carrillos.
Hace unas semanas tres automóviles aparcados al frente de los locales que administra fueron “tachados” por varios antisociales. “El robo lo cometieron en menos de 30 minutos, no podíamos creerlo”, explicó.
Con el asesinato de Bolaños y el rumor de que buscan a otra persona, el temor entre los vecinos es evidente.
“La gente está temerosa. Tenemos miedo de que por una bala perdida vaya a perder la vida una persona inocente”, comentó.
González.
Los vecinos piden a las autoridades policiales más recursos.
La pequeña caseta policial solo cuenta con dos efectivos y algunas veces solamente hay uno.
Según las últimas promesas hechas a la Asociación de Desarrollo, vienen más efectivos.
Alicia Quirós, presidenta de dicha asociación, explicó que Carrillos vive un deterioro social desde hace cuatro años.
A partir de ese momento en las calles empezó a verse a jóvenes consumiendo drogas.
“Incluso se parqueaban en la plaza de deportes, en una de las esquinas, al punto que ya nadie quería darle permiso a sus hijos para que fueran a jugar”, comentó.
Quirós vive atemorizada desde el viernes pasado. “Dicen que buscan a otro muchacho. Cada vez que aparece un carro desconocido ya pensamos que son ellos, tenemos miedo”, señaló.
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