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Archivo/Al Día
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Cultura sexual
Enamoramiento Dr. Mauro Fernández
drmauro@icosex.com
Esta semana, en dos periódicos nacionales se publicaron algunos artículos que hablaban del enamoramiento desde una perspectiva moral, pero ninguno se refería a los conocimientos científicos más recientes.
El enamoramiento es un fenómeno principalmente bioquímico que produce una reacción de dependencia y bienestar hacia el ser querido. Desde el siglo XIII la cultura occidental le dio un lugar especial a este fenómeno hasta el punto que siete siglos después se considera una parte muy importante del vínculo emocional,
Desdichadamente, en el campo social existen falsas creencias relacionadas con el fenómeno del enamoramiento y todavía se desconocen muchas de sus características. El enamoramiento, por ser un vínculo de base bioquímica, se puede dar entre personas sumamente diferentes. Por ejemplo, de distinta clase social, ideológica, económica y religiosa.
Curiosamente, y casi como regla general, el individuo no se enamora de la persona que le gusta. Ocurre al contrario: le gusta la persona de la que se enamora. Si para un individuo su preferencia son las mujeres morenas, no es de extrañar que se enamore de una rubia. Es decir, las características físicas juegan un papel secundario.
De igual manera, si racionalmente un individuo prefiere a las personas intelecluales, ese parecer influirá poco en el momento en que Cupido lo fleche.
El amor es química y no preferencias prefabricadas por nuestra forma de ver el mundo.
Por eso no es farsante aquella artista que dijo: “me gustan los hombres inteligentes y humildes” y se casó con alguien que, al parecer, dista de ser brillante y discreto.
Estas son las grandes sorpresas que nos da el amor, porque, como decía el francés Blas Pascal, “el corazón tiene razones que la razón desconoce”.
El enamoramiento, en su evolución natural, dura alrededor de uno a dos años.
Durante ese periodo, el individuo enamorado idealiza a su pareja y la percibe como cordial, atenta, bella. No porque no lo sea, sino porque así la ve por ese fenómeno estrictamente bioquímico.
Conforme pasan esos dos primeros años, el fenómeno se atenúa hasta que el individuo logra percibir a su pareja con defectos y virtudes. Ahí es donde puede empezar el amor.
Ese es el momento clave, donde se define la permanencia o separación de ese vínculo emocional.
La próxima semana continuaremos con el tema.
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