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Pronostican más aguaceros
Instituto Meteorológico Nacional alerta Rodolfo MARTIN
rmartin@aldia.co.cr
Una voz de alerta para que se mantengan vigilados los sitios propensos a deslizamientos o inundaciones en la Zona Sur lanzó ayer el Instituto Meteorológico Nacional (IMN) al vislumbrarse la posibilidad que la región, hoy y mañana, vuelva a ser escenario de los torrenciales aguaceros que cayeron entre la tarde del jueves y la mañana del viernes.
Así lo advirtió el meteorólogo Jorge Rojas quien dijo que los suelos del Pacífico Sur, especialmente en el cantón de Osa, permanecen saturados de agua, así como también crecidos los cauces de algunos ríos importantes.
“Entre las 7:00 a.m. del jueves y las 7:00 a.m. del viernes se reportó la exorbitante caída de 223 milímetros de lluvia, donde un milímetro es el equivalente a vaciar un litro de agua en un metro cuadrado”, ejemplarizó el científico.
El torrencial aguacero que, en menor grado también afectó a Guanacaste y al Pacífico Central, obedeció a la asociación de tres factores distintos.
El primero, a la confluencia tropical que surge sobre la superficie marítima, durante los meses lluviosos de setiembre y octubre.
Un segundo aspecto lo constituyó el paso de una onda tropical que, aunque no era fuerte, interactuó con las otras dos manifestaciones y propició que se intensificaran las bajas presiones del primer aspecto.
El tercer elemento en juego, agregó el científico Rojas, fue la ocasional aparición de un fenómeno atmosférico, conocido como “vaguada”, localizado a unos 10 kilómetros de altura.
La asociación de estos tres elementos desembocó en que la formación de los núcleos nubosos no solo se hicieran más fuertes “sino que generaran tormentas severas”, expresó Rojas.
El IMN habría pronosticado la magnitud del fenómeno, incluso media hora antes, si hubiera contado con un radar tipo “Toopler”, dijo.
La posibilidad de que los aguaceros regresen hoy y mañana a la zona sur quedó abierta, aunque con menor intensidad por la desaparición de dos de los tres elementos que coparticiparon entre el jueves por la tarde y la mañana del viernes.
La “vaguada” se trasladó hacia Nicaragua y la onda tropical se desvaneció.
Sin embargo, la amenaza de deslizamientos o derrumbes está latente, porque los suelos permanecen saturados de agua.
Igual ocurre con la probabilidad de algunos desbordamientos debido a que hay ríos que aún mantenían altos sus cauces.
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