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Los guardaespaldas del Príncipe apenas acataron a ver lo que pasó. Claro, después lo sostuvieron.
AP/Al Día
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¡Qué carácter de muchacho!
Londres/ EFE. El príncipe Enrique, hijo de Carlos y la fallecida princesa Diana, tuvo un enfrentamiento con unos reporteros gráficos cuando salía, sobre las tres de la madrugada del jueves, del club nocturno “Pangea”, en el centro de Londres.
Como consecuencia del hecho, el príncipe, de 20 años, recibió un golpe en la cara y uno de los fotógrafos, un corte en el labio.
Un vocero de Clarence House –la residencia oficial del príncipe Carlos– confirmó que Enrique “cuando subía al coche recibió un golpe en la cara con una cámara y, al empujarla, uno de los fotógrafos se cortó el labio”.
Sin embargo, el reportero accidentado, de apellido Uncle, da una versión muy diferente. Dice que el joven estaba ya en el coche, del que salió de repente.
“Empujó deliberadamente la cámara contra mi cara mientras decía: ¿por qué me estás haciendo esto?, ¿por qué no me dejás en paz?”.
Este incidente ocurrió solo una semana después de que una profesora acusara a Enrique, tercero en la línea sucesoria al trono británico, de hacer trampa en los exámenes de ingreso en la universidad.
El viernes se supo que el príncipe le ofreció disculpas a su padre por el encontronazo.
Clarence House informó que ambos mantuvieron una conversación, cuyo contenido “quedará en la intimidad”.
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