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Espectáculo Anoche a las 8:20, en las inmediaciones del aeropuerto Juan Santamaría, se observaban las fases iniciales del eclipse total de Luna. Fue el único eclipse que se pudo apreciar este año en Costa Rica. Juan Carlos ULATE, para/Al Día
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La luna se hizo de cobre
Nubosidad impidió ver eclipse en todo el país Ovidio MUÑOZ omunoz@aldia.co.cr
Ayer la luna surgió del horizonte a las 5:04 de la tarde, pálida, como de costumbre, diez minutos antes de que el Sol se despidiera.
Dos horas después, con el miércoles ya oscuro, sobre ella empezó a caer la sombra de la Tierra empezando un encuentro más que anunciado: el último eclipse lunar del año, un espectáculo visible en medio mundo, porque la otra mitad solo pudo ver el inicio.
“Por ejemplo, en El Cairo, en Egipto, la luna se ocultó bajo el horizonte durante la fase total; mientras que en Honolulú, en Hawai, se levantó durante esa fase”, explicó el físico tico José Alberto Villalobos.
A las 8:2, nuestro satélite empezó a verse como si estuviera hecha de cobre.
Por la mañana, los especialistas habían explicado que quienes vivimos en América Latina, sobre todo los de más al sur, estábamos en una posición privilegiada para ver el fenómeno. El único enemigo a la vista estaba en los caprichos del tiempo. Y los hubo.
Por eso no todos en Costa Rica tuvieron suerte.
El cielo limpio de Alajuela contrastó con el encapotado de la capital y de la Zona Norte.
Sumando todas las fases del eclipse, este duró 3 horas con 39 minutos.
La parte total, esa donde la Luna se veía más colorada, fue de 1 hora y 21 minutos. Es decir, a las 9:45 la sombra terrestre empezó a correrse (fue el fin de la fase total) y para las 10:54 todo había terminado. Fue una cita puntual, con el tiempo establecido desde el principio y con duración poco común.
Si las nubes le impidieron ver el espectáculo de anoche deberá esperar.
El próximo eclipse total de Luna, parecido al de anoche, será el 21 de febrero del 2008.
Antes habrá otro, el 3 de marzo del 2005, pero quienes habitamos América Latina no podremos apreciar todas las fases. Esa noche, cuando la luna se atreva a dejar el horizonte ya estará eclipsada, solo veremos la parte final de su encuentro con nuestra sombra en el espacio.
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