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Dolor Entre llanto y dolor, se realizaron ayer a las 10 a.m. los funerales de Orlando Araya Villalobos, María Cristina Valerín Chévez y su hija, Natalia Chavarría, quienes fallecieron en el accidente de tránsito del martes en la madrugada, en la entrada principal a Gravilias de Desamparados. La misa se efectuó en la Iglesia de Tirrases de Curridabat. José RIVERA/Al Día
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Chofer tenía multa por ebriedad
Tragedia en Desamparados Álvaro SÁNCHEZ CÓRDOBA alvarosanchez@aldia.co.cr
Un joven de apellido Robles, de 22 años, que conducía un Honda verde la madrugada del martes y ocasionó la muerte de tres personas en la entrada a Gravilias de Desamparados, fue multado por conducir en estado de ebriedad, apenas una hora y cuatro minutos antes de la tragedia, en las inmediaciones de la “Calle de Amargura”, en San Pedro de Montes de Oca.
Así lo corroboró ayer a Al Día el subdirector de la Policía de Tránsito, Juan Manuel Delgado, quien explicó que el joven fue detenido por una pareja de oficiales de la Fuerza Pública, en ese lugar, por su evidente estado de embriaguez.
En ese sitio, se le hizo la alcoholemia y se le quitó la licencia.
La prueba de alcohol dio como resultado 1.35 por ciento de licor en la sangre, cuando lo permitido es de 0,49 por ciento. Tener más de 1.0 por ciento de alcohol es considerado ebriedad.
Después de que se le hizo la prueba de alcohol en la sangre al sospechoso, la policía maneja dos versiones, lo que provocó una investigación interna en la Policía de Tránsito, confirmó ayer el director de la Policía de Tránsito, Ignacio Sánchez.
La primera versión indica que el joven se dio a la fuga ante un descuido del oficial del Tránsito.
La segunda es que un allegado al sospechoso se ofreciera a llevarse el carro, ya que cuando una persona es multada por ebriedad, además de los ¢20 mil de multa, se le suspende la licencia y existe la opción de quitarle el vehículo (ver nota aparte). Con custodioRobles fue reportado como estable ayer, a las 3 p.m., en el Hospital San Juan de Dios, donde está hospitalizado.
En la puerta de la sección donde lo mantienen, se le colocó un custodio desde ayer, pues apenas se le dé la salida será detenido y presentado al Ministerio Público, informó la oficina de prensa de la Corte Suprema de Justicia.
Su acompañante, al momento del accidente, Jonathan Carballo Quesada, de 21 años, fue dado de alta la mañana del martes.
Él rindió declaración ante el Ministerio Público ese mismo día y habría confirmado que en el momento del accidente regresaban de la “Calle de la Amargura”. CargosRobles será investigado por la supuesta comisión de tres homicidios culposos en perjuicio de Orlando Araya Villalobos, de 30 años, María Cristina Valerín Chévez de 49, y Natalia Chavarría Valerín, de 21 años.
Las tres víctimas fallecieron en el sitio del accidente, ocurrido a las 2:11 a.m. del martes, en la entrada principal a Gravilias de Desamparados.
Sus cuerpos fueron llevados ayer a las 10 a.m. al cementerio de San Antonio de Desamparados (ver recuadro).
Otros dos jóvenes viajaban con las víctimas, se trata de José Alexánder Araya Beita, de 20 años, fue reportado como delicado, ayer a las 2:50 p.m. Él está en cuidados intermedios del Hospital Calderón Guardia.
El otro muchacho era Jean Karlo Bejarano Mora, de 20 años, quien se reporta estable en el Hospital San Juan de Dios.
Las investigaciones preliminares indican que Robles, conductor del Honda Civic verde se dirigía de Desamparados hacia Gravilias (dirección oeste a este), irrespetó la señal de alto y chocó por el costado izquierdo al otro automóvil, Isuzu Gemini blanco, donde viajaban cinco personas, tres de ellas fallecidas.
Por la velocidad a la que viajaba Robles, arrastró el automóvil blanco hasta chocar con un poste de concreto del tendido eléctrico. El Honda verde siguió su camino hasta colisionar con un pequeño muro, en la plaza de deportes de Desamparados.
Tres vidas truncadas
Estudiantes del Liceo de San Antonio de Desamparados, escolares, amigos, vecinos y familiares de las tres personas fallecidas la madrugada del martes, a la entrada de Gravilias de Desamparados, se reunieron ayer para despedirlos.
La Iglesia de Tirrases de Curridabat se llenó. Tres víctimas inocentes partieron y dejaron dolor y llanto a gran número de personas.
La misa comenzó a las 9 a.m. y una hora después, una buena cantidad de asistentes a pie y en carro llevaron los cuerpos hasta el cementerio de San Antonio.
El féretro donde iba el cuerpo de Orlando Araya Villalobos, de 30 años, fue cargado en hombros por sus familiares.
Los cuerpos de María Cristina Valerín Chévez y su hija, Natalia Chavarría Valerín, de 21, fueron colocados en mismo ataúd, ambos adornados con flores que cargaban algunos de los asistentes como muestra de solidaridad.
Esta familia revivió, 24 horas después, el dolor de llevar hasta el cementerio a un ser querido.
El martes por la tarde, se celebró el funeral de María Isabel Villalobos, madre de Orlando, quien falleció en el accidente de tránsito.
“Esto es una tragedia difícil de superar, pero la vida sigue y espero que los responsables de esto asuman las consecuencias”, dijo Dionisio Araya, esposo de doña María Isabel y padre de Orlando.
Otros de los asistentes al funeral también pidieron responsabilidad a la hora de manejar, pues se le quitó a la vida a tres personas que regresaban de una vela, de un encuentro familiar doloroso que se convirtió en tragedia.
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