Guimaraes
Julio César BUSTOS
Alexandre Guimaraes, quien acaba de salir de los Dorados del Culiacán, dirigió dos equipos en su etapa en México.
El primero fue el Irapuato, donde logró su objetivo con creces: salvarlo del descenso.
Por su gran labor fue contratado por los Dorados, para que lo hiciera protagonista.
En la primera parte del torneo Apertura lo estaba consiguiendo, al ser primero en su grupo.
Con el inicio de la segunda etapa vino la debacle, pérdida de cuatro partidos al hilo.
Entonces realizó lo correcto, hacerse a un lado para que la institución que creyó en él siga adelante.
Es justo reconocer que Guimaraes llevó a Costa Rica a ser tomada en consideración por los dirigentes mexicanos.
En el país azteca es sumamente difícil ingresar, salvo que se tenga la convicción de que es mejor que los nativos de ese país.
Allí llegó Oscar Ruggeri, campeón del mundo con Argentina en 1986, quien inició con el América, pero fue despedido.
Otro argentino, Jorge Nery Pumpido, subcampeón del mundo con el Olimpia, fue contratado por los Tigres.
En México también dirigen holandeses, uruguayos, etc, y entre esos grandes entrenadores estuvo Guimaraes.
Nos pueden recordar que “Guima” dejó a Cartago en los últimos lugares, que no hizo nada en el Comunicaciones de Guatemala, por citar dos casos negativos.
Pero me quedo con el primer lugar de la eliminatoria rumbo al mundial 2002 o los campeonatos con Saprissa.
Las estadísticas no mienten, haga usted su balance y saque sus conclusiones.
Yo por lo menos haré eco de las palabras de Guima: hoy se terminó una etapa, no el objetivo, y verdaderamente nadie le va a “quitar lo bailado hasta el momento”.
Y eso que no sabe bailar, según ha dicho en varias oportunidades.
Yo creo que el baile apenas inicia a nivel internacional, dejando las puertas abiertas para muchos de sus colegas nacionales.
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