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Fuerte golpe
Vita Siles, esposa de Juan Manuel Peña, recordó anteayer que su esposo era un hombre muy cariñoso con sus hijos. Su muerte es un duro golpe para la familia.
Rafael Pacheco/Al Día
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Detienen sospechoso de matar “pirata”
Posible asesino recibió ¢90 mil por el taxi Erick CARVAJAL MORA
ecarvajal@aldia.co.cr
Un hombre de apellido Araya, de 30 años, fue detenido anteayer, pasada la medianoche, por las autoridades policiales panameñas como el principal sospechoso del asesinato del taxista informal Juan Manuel Peña.
La madrugada del martes, Peña fue encontrado, con dos puñaladas en su pecho, en una calle solitaria por donde se construirá el nuevo estadio de la provincia de Limón.
El sospechoso fue atrapado por la Policía Técnica Judicial y la Policía Nacional de Panamá en la comunidad fronteriza de Guabito, en Bocas del Toro.
Según las autoridades panameñas, que contaban con las características físicas de Araya, su detención se logró porque ingresó, a ese país, en forma ilegal.
Agentes judiciales costarricenses comentaron que Araya llegó a Sixaola con un carro Hyundai Elantra verde, que quería vender de forma desesperada.
Tras varios intentos, una señora aceptó comprarlo en ¢250 mil, dando como señal de trato ¢90 mil.
Luego de pagar por el automóvil, fue a revisarlo y encontró una serie de documentos debajo del asiento del chofer, que demostraban que Araya no era el dueño.
De inmediato, dio parte a las autoridades y en el OIJ confirmaron que se trataba del Hyundia Elantra verde que conducía Peña.
Luego de su detención, Araya fue entregado a las autoridades policiales nacionales y pasado al Ministerio Público.
Al parecer, la policía busca a dos hombres más, que también figuran como sospechosos en este homicidio.
Un guarda que vio salir al Hyundia de la calle donde encontraron el cuerpo de Peña, comentó que en el carro viajaban varios hombres.
Araya murió de dos puñaladas en su pecho y, aunque caminó 400 metros en busca de ayuda, cayó en el frío pavimento donde fue encontrado por una unidad de la Fuerza Pública.
Peña, de 35 años, trabajaba desde hace año y medio como taxista informal. Tenía cuatro hijos y vivía en el barrio Pacuare Nuevo, en Limón.
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