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Dos caras
Paulo Wanchope dio la asistencia del primer gol y le puso ganas al asunto. Pero en la definición estuvo mal.
AFP/Al Día
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Pecados mortales
Más de lo mismo. La Selección sigue perdida en sus errores tácticos y de concentración Alexander AGUILAR
aleaguilar@aldia.co.cr
Comunicación fatal
La comunicación entre el portero José Francisco Porras y su defensa resultó caótica y lejos de todo lo que exige el alto rendimiento para cumplir con creces en una eliminatoria mundialista.
En el primer gol de Guatemala: error enorme del central Gilberto Martínez ayudado, en parte, por la nula comunicación de Porras, quien salió sin tener clara su misión; ni estorbó a Juan Carlos Plata, ni cerró el ángulo de remate al chapín, ni avisó a Martínez del peligro.
En el segundo gol de Guatemala: cabezazo hacia atrás de Alex Castro y lenta salida de Porras, quien al achicar lució pasivo, sin agresividad ni determinación.
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Se la jugó
Luis Marín hizo una labor aceptable en la zaga tricolor y no tuvo ninguna responsablidad en las anotaciones.
EFE/Al Día
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Grietas defensivas
Después de un resultado adverso como el de ayer, ningún defensa de la Selección podrá sentirse libre de culpa colectiva. En la gráfica aparece el capitán Luis Marín en franca disputa con Dwight Pezzarossi, quien estuvo atento a aprovechar los fallos ticos.
En el primer tiempo la Tricolor mantuvo en raya a los chapines, pero en el complementó cayó en serias deficiencias que abrieron el portón, para que los locales montaran el festejo.
Y es que aquí no se salva nadie. Martínez y Castro pecaron por acción, mientras que Marín y González por omisión. Éstos últimos jugaron a media luz y fueron víctimas del mal entendimiento colectivo.
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Dinámico
Steven Bryce tuvo un buen rendimiento en la primera etapa, se le vio dinámico y creó peligro. Luego bajó su accionar y fue sustituido.
AFP/Al Día
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Mediocampo intermitente
Steven Bryce - marcado por Pablo Melgar- y sus compañeros de la línea de volantes jugaron, en el segundo tiempo, a expensas del accionar guatemalteco en la línea del mediocampo, porque cuando los locales apretaron marcas, los ticos no tuvieron respuestas para recuperar y trasportar el balón.
José Luis López se vio lento en la recuperación y en el transporte del balón, Steven Bryce jugó bien en la primer parte, mas desapareció en el complemento; lo mismo que Alonso Solís.
Y para terminar de redondear la crisis de recuperación del balón y gestación de juego, los cambios de Try Bennett, Wálter Centeno y Erick Scott no aportaron nada.
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Mal día
José Francisco Porras falló en los dos goles. Pero él no fue el único culpable, también pecaron Gilberto Martínez y Alexánder Castro.
EFE/Al Día
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Un solo destello
El ataque de la Selección Nacional en el Mateo Flores se ganó un reprobado. Primero porque Andy Herron se dejó expulsar irresponsablemente como un novato, dejando a sus compañeros con la carga física y psicológica de lidiar con inferioridad numérica y de visita.
Segundo porque Paulo César Wanchope hizo muy poco cuando estuvo de cara al marco defendido por Ricardo Trigueño. Hay que reconocerle la asistencia de cabeza para el gol de Solís y su sacrificio en el uno contra uno, pero aún no logra convertirse en el delantero que necesita Costa Rica para resolver sus males en la definición. En el segundo tiempo tuvo una clarísima, a pase de Solís, y no supo qué hacer.
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