|
Observación diaria El jueves, el doctor Freddy Castillo visitó a Paulo Ramírez en el Hospital Max Peralta, en Cartago. María Estela MONTERROSA/Al Día
|
Reimplantan pierna
Víctima de accidente se recupera María E. MONTERROSA, corresponsal redacción@aldia.co.cr
Cartago. La escena era desgarradora: el dolor y la desesperación embargaban a Paulo Ramírez, quien se enfrentó un accidente en el que casi pierde la pierna derecha.
En el Hospital Max Peralta de Cartago tres médicos confirmaban las sospechas de Ramírez. El diagnóstico de un cirujano vascular y dos ortopedistas, dado el 31 de agosto a la 1 p.m., era contundente y desalentador: el miembro era insalvable y estaba sin sangre.
El paciente acababa de llegar al servicio de emergencias procedente de una fábrica que elabora pulpa para refrescos en Tierra Blanca. Había sufrido un grave accidente laboral que le significó, prácticamente, la amputación de la pierna derecha, de acuerdo con el informe de la Cruz Roja local.
Contra todos los pronósticos, el ortopedista Freddy Castillo Moreno logró salvar y reimplantarle el miembro.
Ramírez, de 40 años, estaba preparado para la amputación cuando Castillo decidió intentar reimplantarle la pierna.
“A las 4 p.m. cuando entré a la guardia, vi al paciente. La herida estaba en el tercio medio de la pierna y no tenía circulación distal”, explicó el especialista.
De inmediato lo trasladó a sala de operaciones donde hizo un lavado quirúrgico para integrarle la parte de la pierna desprendida. Ligó venas y arterias principales; unió los músculos y tendones. También unió los huesos rotos.
Ahora el equipo médico lucha para evitar la infección local en la pierna de Ramírez a causa del machacamiento, y espera que en 3 o 4 meses inicie la rehabilitación. El paciente podrá caminar y tener cierta movilidad.
“Ramírez muestra una buena evolución, recuperó el color en la pierna, aunque se ve un poco inflamada por la herida. Además, lentamente recupera sensibilidad y se le incentiva a hacer ejercicios”, detalló Castillo.
El paciente tendrá una dieta especial por la necesidad de generar proteínas para así reconstrucción de los tejidos. Él permanecerá en el hospital hasta que se recupere completamente. Y se le trasladará a otro hospital para recibir rehabilitación.
Conforme a la valoración del Dr. Castillo los resultados son exitosos. El confiesa que al operar temía que el paciente no respondiera a la cirugía y a los medicamentos, pues no se actuó con la rapidez necesaria.
Ramírez ingresó al hospital antes de la 1 p.m. y no fue hasta 3 horas después que lo sometieron a cirugía.
“Todos estaban convencidos de que perdería la pierna, pero yo decidí intentar la reimplantación”, afirmó el médico.
La operación duró 4 horas y 30 minutos. Castillo contó con la asistencia de los internos Alfredo Pérez y Adrián Zúñiga.
Esta no es la primera operación de este tipo que se desarrolla en Cartago, hace 3 años, le reimplantó la mano a un niño.
Éstas cirugías son catalogadas complejas y en Cartago solo las ha efectuado este médico de origen colombiano. Él estudio medicina general en ese país y aquí se especializó en Ortopedia. IncréduloRamírez siente profunda admiración y agradecimiento por el Dr. Castillo que le salvó la pierna.
“Yo jamás creí que pudieran hacer algo por mi. La pierna me quedó prensada y yo mismo la saqué, había algunas cosas unidas, pero en general estaba desprendida hasta del hueso”, manifestó.
Afirmó que se había resignado a la pérdida de su miembro. “Cuando la saqué, me senté, la puse a un lado y le dije a Dios 'vos sabés porqué haces las cosas'. En el túnel hacía mucho frío y yo sentía que eso me estaba matando”, recordó.
El túnel es un sector de la fábrica donde labora Ramírez.
El médico explica que entre los factores que favorecieron al paciente es que uno de los nervios principales de la pierna permaneció unido, y que el frío del túnel fue de gran ayuda. “No tengo cómo agradecerle al doctor. No creí que alguien pudiera salvar mi pierna”.
|