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La proliferación de taxistas “piratas” en San Carlos mantiene en guardia a las autoridades de Tránsito, que no cuentan con los recursos para evitar el acelerado crecimiento del servicio de transporte informal.
Rafael PACHECO/Al Día
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“Piratas” incontrolables Juan Pablo CARRANZA
jpcarranza@aldia.co.cr
Ciudad Quesada.- Cada vez crece más el número de taxistas informales y la Policía de Tránsito no dispone de los recursos suficientes para evitarlo.
Según las cifras de los oficiales, los “piratas” en San Carlos ya son más de 100, un número muy parecido a la cantidad de taxistas legales en el cantón, que son cerca de 140.
Para Luis Enrique Ramírez, jefe de la Policía de Tránsito de San Carlos, el número de piratas significa un riesgo para la población debido a que, generalmente, las condiciones de los vehículos utilizados para esta actividad están en mal estado y carecen de seguros que protejan a los pasajeros.
Aunque las autoridades están conscientes del crecimiento del transporte público ilegal en la zona, pocos son los recursos y en vano las posibilidades que poseen para disminuir el problema.
Hace mes y medio se hizo un operativo para detectar a los transportistas informales. En esa ocasión, se detuvo a algunos que debieron cancelar multas de hasta de ¢800 mil.
Algunos vehículos permanecen todavía en las instalaciones de la Policía de Tránsito en San Carlos, porque sus propietarios no han cancelado las multas.
Los detenidos que se presentaron en los tribunales por supuestamente ofrecer el transporte informal, alegaron que el pasajero no pagó por el servicio, sino que se trataba de un conocido a quien nunca se le cobró por transportarlo. Con esta declaración, según explica Ramírez, pueden ser absueltos. Manos atadas“Ahora las personas que detenemos por ser taxistas informales, se amparan el Código de Comercio, que les permite trasladar a alguien siempre y cuando sea de puerta a puerta y exista un contrato verbal o escrito. Esto nos obliga a dejarlos ir, si el pasajero dice que el contrato fue verbal y lo recogieron en la puerta de su casa y no en la calle”, agregó el encargado.
Carlos –identidad protegida– , trabaja como taxista “pirata” desde hace año y medio.
La falta de estudios no le permite aspirar a un buen trabajo y con 37 años, como él dice, “ya nadie le da pelota a uno para darle oportunidad”.
Por eso el señor, padre de dos menores, luego de quedarse sin su antiguo empleo en una empresa privada, debió aceptar la propuesta de un conocido de “trabajarle” el carro como “pirata”.
“Yo necesitaba la plata. En esto no estamos robándole nada a nadie, solo queremos ser útiles para la comunidad, lástima que no ven eso”, comentó.
El transportista agregó que si le llegara a suceder un accidente a un pasajero mientras viaja en su vehículo, él asume los gastos de hospitalización.
El jefe de Tránsito apuntó que el número de “piratas” seguirá aumentando, por lo que en algunos meses se reforzarán los operativos que permitan su detención.
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