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Triste desenlace
Bomberos de la ciudad del Carmen de Patagones retiraban ayer uno de los tres cuerpos de las víctimas que asesinó un alumno de 15 años, quien disparó contra al menos nueve personas en una escuela rural de Argentina.
EFE/Al Día
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Alumno mata a 3 compañeros en Argentina
Sustrajo arma de reglamento a su padre
Buenos Aires/ AFP. Un adolescente de 15 años provocó una masacre ayer en su colegio al matar a tres compañeros y herir a otros cinco con un arma 9 milímetros en una pequeña ciudad del sur de la provincia de Buenos Aires, según fuentes médicas y educativas.
Sandra Núñez, Evangelina Miranda y Federico Ponce, de entre 15 y 16 años, murieron en el aula, bajo las balas de una pistola de las fuerzas de seguridad, con la que el agresor ingresó al colegio donde cursa estudios en la habitualmente tranquila ciudad de Carmen de Patagones, 920 km al sur de la capital.
“Doloroso, doloroso, tremendo”, dijo el presidente Néstor Kírchner a la prensa al comentar esta masacre que no tiene precedentes en Argentina.
Tras informar erróneamente que una cuarta adolescente había fallecido en el hospital por las heridas recibidas, la dirección general de Educación de Buenos Aires admitió en un comunicado su equivocación y precisó la cantidad de tres víctimas fatales.
La médica Silvia Ocampo, vocera del Hospital Pedro Ecai, de Carmen de Patagones, confirmó que hubo tres muertos y cinco heridos, éstos últimos en el sector de cuidados intensivos.
La portavoz aclaró que dos de los heridos están en “estado reservado”, y debieron ser derivados al hospital de la vecina ciudad de Viedma, de mayor complejidad.
El inédito episodio ocurrió cuando el joven agresor –de nombre Rafael– ingresó al colegio “Islas Malvinas”, donde cursa el nivel medio, con un arma que le habría quitado a su padre, un oficial de la Prefectura Naval, informó la policía local. A sangre fríaEl estudiante ingresó a la escuela después de la ceremonia de izamiento de la bandera, fue hasta su aula, donde los alumnos esperaban la llegada del profesor, y en un instante desató la tragedia, según testimonios de compañeros.
“No medió ningún tipo de agresión ni intercambio de palabras. El joven trajo el arma, entró al aula, empezó a disparar contra la pared, sin decir nada. Y cuando unos profesores le empezaron a preguntar qué estaba haciendo, bajó el pulso y disparó contra los chicos refugiados debajo de los pupitres”, contó el comisario Eduardo Diego Villamur.
Según un estudiante testigo, el joven siguió disparando luego en el pasillo hasta que arrojó la pistola. El joven llevaba además un cuchillo. Tras el episodio, el agresor fue arrestado cuando salía de la escuela. Se entregó “en estado de shock y sin pronunciar palabra”, dijo el comisario.
Rafael era “un alumno con buen rendimiento escolar, pero con muchas dificultades para integrarse al grupo” y aseguró que “se le caracterizaba más por la timidez que por la violencia”, dijo Mario Oporto, director general de Cultura y Educación de Buenos Aires.
De su lado, Villamur indicó que el joven era objeto de burlas de sus compañeros y que “él se sentía diferente a los demás. “Escuchaba otro tipo de música, se identificaba con una onda metálica y se vestía de negro”.
Se trata de un hecho inédito en Argentina, donde las escuelas no están exentas del creciente clima de violencia social, pero nunca se había generado una masacre entre alumnos.
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