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Archivo/Grupo NaciónAl Día
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Cultura sexual
Papilomatosis Dr. Mauro Fernández
drmauro@icosex.com
Hemos recibido una enorme cantidad de preguntas sobre los nuevos métodos para detectar el virus del papiloma, sobre todo, porque varios medios han publicado el advenimiento de una nueva prueba.
Sirva recordar algunos conceptos sobre el virus del papiloma, entre ellos que es una enfermedad de trasmisión sexual y por lo tanto requiere del contacto íntimo para que se propague de un individuo a otro.
Debido a que la infección suele pasar inadvertida -porque no presenta síntomas o porque cuando llegan estos suelen ser pasajeros o insignificantes-, el diagnóstico se hace muchos años después del contagio.
La mayoría de las mujeres infectadas por este virus no desarrollará ninguna enfermedad, ni experimentará molestias; pero un grupo pequeño de ellas podría iniciar una serie de cambios precancerosos -llamados displasias- que en algunas evolucionará a lo largo de los años hasta formar un cáncer en el cuello de la matriz.
En la actualidad, no existe ningún tratamiento que permita eliminar el virus; sin embargo, hay una gama de medidas terapéuticas que permiten atacar al virus, de tal forma que este pierde la capacidad de dañar los tejidos femeninos.
El papanicolaou es un excelente método para diagnosticar las lesiones precancerosas del cuello de la matriz (displasias), mas no así para detectar el virus del papiloma. Algunos estudios señalan que identifica menos del 5 por ciento de las mujeres infectadas.
El método ideal para el diagnóstico es la biopsia del área sospechosa realizada a través de una microscopia especial llamada colposcopía.
Recientemente ha venido al país una prueba llamada PCR de segunda generación, la cual permite identificar si el virus es de alto o bajo riesgo, esto significa que si es de alto riesgo la mujer tiene muchas posibilidades de desarrollar lesiones precancerosas que con el tiempo pueden trasformarse en cáncer; si es de bajo riesgo, el virus rara vez evolucionará hasta ser maligno.
Esta prueba es ideal para aquellas personas en las que se ha diagnosticado, previamente, el virus, y le permite al médico establecer, con más claridad, el tipo de tratamiento y seguimiento que debe brindarle al paciente.
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