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Desesperados
Maribel Trejos, madre de María Cristina Pérez Trejos, de 11 años, quien fue robada en Cot de Cartago, pedía ayer, a las 10 a.m., que el sospechoso del robo, un hombre de apellido Alvarado, le devuelva a su hija.
José RIVERA/Al Día
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"Devuélvame a Cristina"
Madre suplica por menor robada en Cot de Cartago Erick CARVAJAL M.,redactor y
Ignacio MATA, corresponsal
ecarvajal@aldia.co.cr
María Cristina Pérez Trejos, de 11 años, salió el Sábado Santo de un taller de televisión, cerca de su casa en Cot de Cartago, a las 9 a.m., y desde ese momento nadie de su familia sabe dónde se encuentra.
El principal sospechoso de haberse robado a la menor es un hombre de apellido Alvarado, quien tiene antecedentes por robo agravado y homicidio.
Maribel Trejos, madre de la menor, pedía ayer, a las 10 a.m., en forma desesperada, que le devuelva a su hija.
"La gente me ve tranquila, pero no saben las noches que he pasado, el dolor que siento por no saber cómo está Cristina", comentó.
La Fuerza Pública de Oreamuno hizo ayer algunas investigaciones en tres lugares donde decían que estaba la menor, pero sin ningún resultado.
Alvarado llegó a Cot de Cartago luego de vivir por más de cuatro años en Paraíso.
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María Cristina Pérez Trejos/Al Día
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Se hospedó, desde el pasado 8 de marzo, en la casa de la abuela de la menor, en un cuarto que alquiló por ¢25 mil.
"Se ganó la confianza de la familia, jamás pensamos que fuera hacer algo así", dijo Mayra Maroto, abuela de la menor.
La madre de Cristina explicó que Alvarado fue hace unos días a poner una instalación eléctrica en su casa. "Somos muy humildes, nunca tuvimos luz, él decía que nos quería ayudar", comentó.
María Cristina tuvo que dejar la escuela porque en su casa no tenían los medios para mandarla a estudiar. "¡Manzanilla!"María Cristina era muy conocida en el pueblo de Cot porque se dedicaba a vender ajos y manzanilla con su mamá.
Todos los días salían con una carreta por las calles del pueblo.
"Mami, toquemos en todas las puertas", le decía a su madre.
"Es una niña muy trabajadora, quería estudiar, pero no podíamos, somos muy pobres", dijo Trejos.
Tanto la madre como la abuela confirmaron que Alvarado siempre observaba a María Cristina de una forma extraña.
"Cuando estuvo instalando los cables en la casa conversaba con ella de una forma rara", manifestó la madre.
José Ángel Méndez, dueño del taller y único testigo del robo de la menor, dijo que ella llegó a ese sitio a las 9 a.m.
"Al rato llegó Alvarado y me dijo que si tenía televisores para vender, a lo que le dije que sí", explicó Méndez.
Cuando ya estaba adentro fue a conversar con María Cristina y le puso una peluca.
"Le pregunté que para donde la llevaba y me dijo que la madre la andaba buscando para llevársela al PANI", dijo Méndez.
Hombre desconocido
Nadie en Cot de Cartago sabe quién es Alvarado. Este hombre habría venido a quitarle el sueño a esta comunidad, la cual ayer estaba consternada por la noticia de la desaparición de María Cristina Pérez Trejos.
Alvarado vivió, desde el 8 de marzo pasado, en un cuarto, a la par de la casa de la abuela de la menor.
"Le daba arroz y frijoles, era tranquilo. Dijo que quería vivir de la agricultura, trabajar en las lecherías, nos engañó a todos", dijo Mayra Maroto, abuela de María Cristina.
El sospechoso apareció el lunes de esta semana en la casa de Maroto con el deseo de recoger sus pertenencias personales.
"Entró y me dijo que había ido a Guanacaste a enterrar a una hermana que había muerto. Cuando estaba en el corredor de la casa le dije que él se había llevado a mi nieta, que dónde estaba, nervioso salió y dijo que buscaría un abogado", explicó Maroto.
Luego se dieron cuenta de que llegó en la noche, sacó un arma del cuarto y dejó a otro hombre en el lugar.
Allí quedaron sus ropas, medallas y un papel que certifica en un curso sobre armas.
Silvia Ramírez, vecina de Cot, dijo sentirse asustada. "Tengo dos hijas y no quiero que les pase nada malo", comentó.
Freddy Calvo, nativo de Cot, señaló que Alvarado no es de la zona. "Nadie sabe quién es", manifestó.
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