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Un honor
Durante tres horas sostuvo ayer, sobre su cabeza Álvaro Zúñiga, vecino de Naranjo, esta imagen de madera del Santo Padre. "Yo la hice hace 10 años, fue un gran hombre y cualquier esfuerzo en su honor bien vale la pena", dijo.
Rafael PACHECO/Al Día
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Los milagros del Papa amigo
Celebración extraordinaria en la Catedral Carmen NAVARRO LEIVA
cnavarro@aldia.co.cr
Emociones, recuerdos, lágrimas, milagros, agradecimientos. Todo esto inundó ayer la Catedral Metropolitana durante la celebración eucarística extraordinaria en recuerdo de Papa Juan Pablo II.
A las 10 a.m. no cabía una alma. En una banca, Rodrigo Fallas sostenía un cartel donde dibujó un corazón y colocó una foto del hombre que en vida dijo: "Quien reconoce el derecho de Dios, sería capaz de conocer los del hombre".
Don Rodrigo recordó que cuando el Su Santidad visitó el país, su hijo fue condenado a tres años de cárcel.
"Aquel día lo alcancé a ver, en silencio le dije que me hiciera un milagro para que mi hijo se reformara y así fue", aseguró entre sollozos.
Mientras intentaba entrar a la Catedral, con su pequeña Milagro en brazos, Agustina Arellano compartió con Al Día su vivencia.
"No podía tener hijos. En un sueño pude ver al Papa conversando con una pequeña. Dos años después, quedé embarazada. ¿Dígame qué eso no fue un milagro?".
La Catedral se llenó ayer de historias de fe y amor.
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Recuerdos
Las pancartas con mensajes y fotografías del Papa, acompañaron a los creyentes dentro y fuera de la Catedral, que llegaron a dar el último adiós al Sumo Pontífice ayer, a las 10 a.m. "Gracias y que Dios te bendiga", fue uno de los mensajes.
Rafael PACHECO/Al Día
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Habrá monumento150 sacerdotes, 80 seminaristas, autoridades de Estado, obispos, cuerpo diplomático y miles de personas acompañaron al Arzobispo de San José, Monseñor Hugo Barrantes y al Nuncio Apostólico, monseñor Osvaldo Padilla, en la Eucaristía.
A las 12:35 p.m., se escucharon los aplausos cuando Monseñor Barrantes anunció que gracias a una iniciativa de la Municipalidad de San José un escultura de Jorge Jiménez Deredia, con la imagen de Su Santidad, será colocada en un jardín de la Catedral.
Minutos después en su mensaje, la Presidenta en ejercicio, Linette Saborio afirmó: "Gracias a Dios por haber puesto entre nosotros a este hombre imprescindible y extraordinario...".
A las 12:45 p.m. se escuchó el tañir de campanas y las notas del Duelo de la Patria, que recordaban que un Karol Wojtyla, el "Papa amigo" había fallecido.
Recuerdos
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Inmortal
José RIVERA/Al Día
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"¿Papa qué?, ¿Papamóvil?, ¿así es cómo se dice?", preguntaba ayer la pequeña Itzayana Quesada Castillo, de 9 años, una de los estudiantes de la escuela del Barrio Corazón de Jesús de Escazú, quienes visitaron el Museo Nacional para presenciar la exhibición del vehículo que utilizó Juan Pablo II en su visita en 1983. Por los estrictos cuidados que recibe el automóvil del museo y un retoque reciente en la pintura, luce como si hubiese sido ayer, cuando "llevó a pasear" al Papa. El papamóvil estará en exposición durante 22 días más.
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Hombre de talla grande
Archivo/Al Día
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Los zapatos del Papa, conservados en Costa Rica por el sacerdote Wálter Howell son uno de los más curiosos y significativos recuerdos de Juan Pablo II. La medida del par es número 44, "una talla que refleja a un hombre grande en lo físico y sin lugar a dudas en lo espiritual", asegura Howell.
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De colección
Rafael PACHECO/Al Día
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Rosarios, medallas, sobres, "pósters" y estampitas: en el centro de San José la imagen del Papa se convirtió en moda de los vendedores ambulantes, como Omar Chacón. En Correos de Costa Rica el lunes se agotaron las 50 mil estampillas que había emitido en el 2003 sobre el 25 aniversario del Pontificado de Juan Pablo II. Aunque aún quedan sobres de esta misma emisión, la oficina filatélica de Correos asegura que en los próximos días estos artículos también se agotarán.
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Con su puño y letra
Reproducción de Maria Estela MONTERROSA/Al Día
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En 1985, Juan Pablo II envió una carta dirigida al pueblo costarricense, con motivo del 350 aniversario de la aparición de la Virgen de los Ángeles. Un detalle muy especial del documento, según dice el padre Jorge Solórzano Soto, de Cartago, quien conserva la carta, es que el pontífice firmó con su "puño y letra", algo muy inusual.
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Hizo su agosto
Dora Jiménez vendió una edición especial del Eco Católico, junto a unas fotografías del Santo Padre.
Rafael PACHECO/Al Día
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Fieles y perseverantes Yensy AGUILAR, colaboradora
Rosalyn AGUILAR, colaboradora
raguilar@aldia.co.cr
Muchas de las personas que se acercaron ayer en la mañana a la Catedral Metropolitana para rendir homenaje a Su Santidad, Juan Pablo II, llegaron desde tempranas horas de la mañana, con la intención de tener una buena ubicación dentro del templo para para participar en la Eucaristía.
Otras, se colocaron frente a la Catedral para no perderse ningún detalle de la celebración, esto gracias a una pantalla que permitía ver lo que ocurría dentro.
Conforme avanzaron los primeros minutos, la cantidad de creyentes iba en aumento.
María Jiménez llegó desde Escazú, con la esperanza de tomar un buen asiento dentro de la iglesia, pero la gran cantidad de gente se lo impidió y eso la llenó de tristeza. "Tengo un problema en mis piernas, pero no me voy a ir", dijo.
Mary Quesada llegó de Montes de Oca a las 8 en punto. Dice que conoció al Papa en 1979, cuando estuvo en Chicago, Estados Unidos, junto a sus tres hijos.
"Me enseñó a educar a mis hijos, a pesar de que los crié sola y por eso no me importa recorrer cualquier lugar, con tal de darle tributo", dijo, mientras sus ojos se llenaban poco a poco de lágrimas y reflejaba el dolor por la partida del Pontífice.
Juan Cedeño, de 3 años, dijo que le gustaría ser Papa para defender a los pobres y le dio su bendición por ser un hombre bueno. Llegó acompañado de su madre, Marissa Campos, desde Vázquez de Coronado.
En el Parque Central, miles de personas se hicieron presentes y para demostrar el gran cariño y aprecio que la comunidad costarricense sentía por el Santo Padre.
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Galán
Juan Cedeño llegó muy bien vestido a la misa del Papa y dijo que quería seguir sus pasos. "Que Dios lo Bendiga".
Rafael PACHECO/Al Día
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Fuerte
Pese al dolor que sentía en sus piernas, María Jiménez se quedó a la entrada de la Catedral. "Los del Gobierno quitaron mucho espacio y la gente no pudo tomar asiento".
Rafael PACHECO/Al Día
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