Viernes 08 de abril, 2005. San José, Costa Rica.



 

Últimas noticias, su vida, galería de fotos... Participe y gane entradas para los partidos de la Selección Nacional

Perspectivas

Hipocresía mundial

José Meléndez

Empujados por una honesta devoción y una admirable fe cristiana, millones de seres humanos acudieron estos días a despedir al Papa Juan Pablo II y desfilaron frente a sus restos en la Ciudad del Vaticano. Pero lo que me parece espeluznante es la hipocresía de los que la prensa internacional ha denominado como "líderes mundiales", que han llegado a la Santa Sede para asistir al sepelio del Sumo Pontífice y, demostrando estar compungidos y tristes, se han hincado frente a los restos de Karol Wojtyla.

En la página 3 de Al Día de ayer podemos ver al presidente George W. Bush, a su esposa Laura, a su padre (y expresidente del mismo nombre), al expresidente Bill Clinton y a la secretaria de Estado norteamericano, Condolezza Rice, cuando estaban hincados frente al cuerpo del Papa. Ellas, con velo negro. ¿Tendrá alguno de ellos, que ordenó bombardear y matar a miles de inocentes en Panamá, Iraq o Afganistán, con respaldo de ellas, autoridad moral para hincarse frente al Papa? Es lo mismo que, por ejemplo, los gobernantes de la ahora desaparecida Unión Soviética hubieran ido al Vaticano a llorar y orar por la muerte de Pablo VI en 1978, cuando tenían a sus espaldas los miles de muertos en Hungría, Checoslovaquia y ya planeaban invadir Afganistán, mientras aplastaban las ansias de libertad y democracia en Europa del Este.

Los capos colombianos van a misa después de ordenar una masacre. ¿De qué vale que Bush hijo se rece un rosario, si al minuto siguiente ordena un devastador ataque armado en algún pueblo iraquí?

Hay una verdadera hipocresía de los tales "líderes mundiales". Juan Pablo II repudió y condenó las matanzas soviéticas en Afganistán, como las guerras de los Bush en Iraq. A esos supuestos líderes el Papa no los quiere hincados ante él, porque en vida siempre supo que ellos tampoco tienen la voluntad para resolver el verdadero y más grave problema de la Humanidad, que no es el terrorismo, sino el hambre, la pobreza, la marginación de miles de millones de seres humanos.

Por eso, también es válido preguntarse si, tras la muerte del Papa, queda algún líder realmente de características mundiales, exceptuando a los ídolos del deporte, obviamente. Basta escuchar o leer las crónicas de los enviados especiales de infinidad de medios de comunicación de todo el mundo al Vaticano, y darse cuenta de que nos están diciendo que los jefes de Estado y de Gobierno que viajaron al sepelio papal, son los "líderes mundiales". Eso es falso y es un error de los medios.

Por ejemplo, en el Vaticano están los presidentes de México, Vicente Fox, de Nicaragua, Enrique Bolaños, y de Costa Rica, Abel Pacheco. ¿Son líderes mundiales? La respuesta es un no rotundo. Tampoco lo es el presidente Bush, a quien defino más bien como un hombre poderoso, sin ser líder.

| PORTADA | NACIONALES | SUCESOS | OPINIÓN | SOCIEDAD | OVACION |
| INTERNACIONALES | SERVICIOS | USTED OPINA | PURA VIDA | ESCRIBANOS |

© 2005. Periódico Al Día. El contenido de aldia.co.cr no puede ser reproducido, transmitido ni distribuido total o parcialmente sin la autorización previa y por escrito del Periódico Al Día. Si usted necesita mayor información o brindar recomendaciones, escriba a webmaster@aldia.co.cr