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Excepcional
El Vaticano afirmó ayer que el funeral y entierro de Juan Pablo II ha sido "un evento excepcional, excepcionalmente bien gestionado" y agradeció a Italia y a la ciudad de Roma la eficacia con la que han acogido a los millones de peregrinos venidos a dar el último adiós al Papa, afirmó ayer el portavoz vaticano, Joaquín Navarro Valls.
AFP/Al Día
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Compartir el pan... y las frutas
Discípulos modernos en Vaticano
Ciudad del Vaticano/AP. Ellos compartieron sandwiches y frutas que habían traído en sus mochilas, como modernos discípulos que comparten panes y pescados. Permanecieron durante muchas horas sin quejarse.
Mucho cuerpos sudorosos se apretaron juntos. Aquellos con paraguas ofrecieron algo de sombra a quienes carecían de ella.
Los cuatro millones de peregrinos que duplicaron esta semana la población de Roma, para rendir homenaje al Papa Juan Pablo II, fueron notables no solo por lo que no hicieron--estampidas, empujones, o peleas--sino también por lo que hicieron: actos de amabilidad y de amor fraternal, acatando el espíritu del mensaje de Karol Wojtyla.
"Es como un gran funeral familiar", declaró el reverendo polaco Marek Wojcik, que figuró entre unas dos millones de personas de la patria del Papa que viajaron a Roma para asistir ayer al funeral.
"Cuando alguien que es muy amado fallece, la gente se reúne, y comparte comida y buenos recuerdos", dijo el sacerdote, sentado cerca cerca de la plaza de San Pedro.
Estuvieron ausentes del funeral ataques terroristas, crímenes importantes o muertes. La única excepción fue una mujer que se desmayó cuando aguardaba en fila a ver el cadáver del Papa en la Basílica de San Pedro y que falleció posteriormente en el hospital.
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Modernos
El sepelio del Papa, ayer en el Vaticano, se convirtió en uno de los más grandes oficios religiosos de Occidente en los tiempos modernos.
AP/Al Día
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Lo que estaban presentes, y en abundancia, eran pequeños gestos de amistad entre los fieles católicos de todo el mundo, unidos en su dolor y en su adoración por Juan Pablo II.
Los funcionarios que organizaron las medidas de seguridad para proteger a decenas de jefes de estado y a millones de personas que deseaban ver el cadáver del Papa, indicaron que todo el mérito correspondió a la multitud.
El jefe de policía de Roma, Marcello Fulvi, afirmó que "la conducta de los feligreses nos permitió absorber este enorme impacto de una manera muy positiva". Contraste La naturaleza pacífica de los peregrinos contrastó con las medidas de seguridad en Roma.
Para proteger a la multitud contra un ataque terrorista, aviones de la Fuerza Aérea de Italia patrullaron el espacio aéreo, una lancha torpedera vigiló la línea costera, cohetes antiaéreos apuntaron al cielo, y 8 mil policías uniformados y con ropas de civil se mantuvieron en estado de alerta máxima a través de la ciudad.
Las autoridades usaron máquinas detectoras para revisar las carteras, mochilas y bolsones de los peregrinos.
Miembros de la élite de los carabineros, la fuerza policial italiana, estaban estacionados en casi todas las esquinas de la ciudad, para prevenir un ataque terrorista mientras presidentes, reyes y jefes de estado de 133 países asistían al funeral.
Ayer en la tarde, un avión italiano interceptó una aeronave sospechosa que se dirigía al aeropuerto de Roma, tras el funeral del Pontífice, y la escoltó a un aeropuerto militar. Se temía que transportase una bomba a bordo, pero no se halló nada.
Pacheco impactado Magally BATISTA, enviada especial
Impactado se mostró ayer el Presidente Abel Pacheco por los momentos que vivió en Ciudad del Vaticano con motivo de las exequias de su Santidad Juan Pablo I.
Asi lo afirmó ayer cuando descansaba por la tarde en la casa del embajador, Manuel Hernandez.
"La misa fue emotiva y corta, no fue muy larga. Las palabras que se dijeron fueron hermosas. La comunión fue el momento más sublime, además del momento de darnos fraternalmente la paz, yo estaba en medio de un grupo humano muy interesante", afirmó Pacheco.
Afirmó que cuando el féretro del Santo Padre entró a la Basílica el cielo nublado dejo entrar el sol. "Algunos lo notamos, fue impactante".
Pacheco regresa a Costa Rica a primera hora de hoy. Viajó con su esposa, Leyla Rodríguez y el Presidente de la Conferencia Epíscopal, Monsenor Francisco Ulloa.
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