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Gran honor
El orgullo y la alegría acompañan a diario a Juan Pablo Bermúdez. Él, jardinero de profesión, nació en 1983.
Manuel VEGA/Al Día
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Jóvenes admiran al Santo Padre
Se llaman Juan Pablo en honor a la visita del Papa cnavarro@aldia.co.cr
Colaboró Pablo GUERÉN
José Ricardo CARBALLO, Carmen NAVARRO
Con emoción, Dinora Alfaro Hidalgo, de 49 años, recuerda que el 2 de marzo de 1983 salieron de la sala de partos del Hospital San Juan de Dios seis niños que llevarían el nombre Juan Pablo.
Su hijo fue uno de ellos y con honor se llama como el Papa, que ese día comenzaba una gira por Costa Rica y Centroamérica.
"Fue una gran emoción saber que mi hijo nacería en ese día tan especial", recuerda doña Dinora, quien dos horas después de que el Sumo Pontífice arribara al país, dio a luz al cuarto de sus cinco hijos.
Hoy, Juan Pablo Porras Alfaro tiene 22 años y trabaja como ayudante de cocinero en el hotel Casa Conde, en Desamparados.
A su padre, Carlos Porras, de 52 años, también le embarga una gran felicidad recordar que fue una de las cientos de personas, apostadas a la orilla de la calle para presenciar el paso del Sumo Pontífice por el Paseo Colón.
"Le íbamos a poner Enrique, pero luego de ver al Papa, mi esposa decidió ponerle Juan Pablo, y desde entonces, cada vez que él cumple años recordamos con mucho cariño aquel momento", comentó Porras, quien vive junto a su familia en San Antonio de Puriscal.
El joven forma parte de los 420 niños costarricenses que en 1983, año de su visita, fueron inscritos con el nombre de Juan Pablo ante el Registro Civil, con el fallecimiento del Papa Al Día los buscó para conocer el significado que ha tenido en sus vidas ese nombre y estas son algunas de las historias recopiladas.
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"Lo admiro"
"Creo que el Papa es una de las personas que ha hecho mejor al mundo. Debemos aprender de su esfuerzo y de su lucha", dijo Juan Pablo Cambronero, nacido el 1 de abril de 1983. El sábado pasado, a las 11:54 a.m., compraba lotería.
Érick CÓRDOBA/Al Día
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OrgullososJuan Pablo Fonseca Ramírez es otro de los afortunados en nacer el mismo año en que, por primera vez, un Papa besó suelo costarricense.
"Cuando mi hijo estaba en el vientre, recordé que su Santidad es un hombre humilde, trabajador, sincero y entregado a Dios, por eso en su honor lo bauticé con su nombre", dijo su madre, Isabel Ramírez.
Con un orgullo que no le cabe en el pecho, por llevar el mismo nombre del excardenal de Cracovia, Juan Pablo dijo a Al Día que el Papa deja algo más que un ejemplo. "Su amor por Dios es tan grande, que lo ve en cada persona que se encuentra a su paso", dijo.
Hoy, a sus 22 años este vecino de Cartago lucha por obtener su bachillerato, mientras trabaja como jardinero, en la Jardinería Linda Vista en Barranca del Guarco.
"La alegría de llevar el nombre del Papa y haber nacido el año que visitó el país, me acompañará por siempre, porque es un hombre que lo recordaran todos sin importar religión o credo", añadió.
En Grecia, Alajuela, también vive un Juan Pablo, nacido el 13 de julio de 1983, cuatro meses después de que "llegara esa persona a la que admiro mucho.
"Ha sido algo muy especial, que debo aprender a valorar más porque hoy es mucho más que un nombre", concluyó Juan Pablo Alfaro Rojas.
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