 |
Disparos fatales El homicidio de Iván Alberto Hall tuvo varios escenarios. Él sufrió una fuerte hemorragia cuya secuela quedó a los largo de 450 metros de calle. Allen CAMPOS para/Al Día
|
Balacera y muerte en Sagrada Familia
Víctima dejó rastro de sangre de 450 metros Rodolfo MARTIN
rmartin@aldia.co.cr
Iván Alberto Hall Badilla, de 24 años, murió asesinado ayer, a la 1:46 a.m., en el barrio Sagrada Familia a consecuencia de una balacera.
Después de los disparos, las calles fueron el escenario de una persecución en auto. Los aceleronazos y los frenazos aumentaron el terror de los vecinos.
La víctima, al parecer comerciante, dejó una mujer y una niña de 4 años.
Un rastro de sangre de unos 450 metros, que ayer al mediodía aún era visible sobre el pavimento, era el mejor ejemplo del grado de violencia que rodeó al hecho.
Hall Badilla, quien vivió allí siempre, fue ultimado por varios sujetos que lo atacaron después de que había entrado a un bar local.
Según testigos llegó con el dueño, y conductor, de un carro Hyundai en el cual también iban algunos familiares del chofer.
Pocos minutos después, añadieron testigos, entró al bar un amigo del conductor que, supuestamente, le dijo "tengo un problema".
Luego arribó un auto y, sin que sus ocupantes hicieran ninguna advertencia, comenzaron a disparar desde fuera del local.
Hall y su amigo, cuya identidad no trascendió, abordaron el vehículo en el que habían llegado para protegerse.
El tiroteo fue intenso. Hall logró sentarse al lado del conductor pero cuando éste arrancó recibió un balazo en la cabeza. Rastro mortalMientras el amigo de Hall conducía a toda prisa, porque los seguían, el herido llevaba la cabeza fuera del auto.
El vehículo llegó hasta la temida "Cuesta de La Puñalada", donde el conductor dejó a Hall abandonado y huyó. El herido vivía ya sus últimos momentos.
Una vecina, quien no quiso ser identificada, recordó que cuando ella llegó aún estaba vivo.
Cuenta que dijo: "ayúdenme... por favor, se lo suplico... ayúdenme".
Los vecinos llamaron al 911, pero cuando la Cruz Roja apareció el hombre ya había muerto.
"Yo dormía en mi casa cuando me llamaron para decirme que a Iván lo habían baleado. Inmediatamente me vestí y me fui para el sitio. Sin embargo, al llegar ya había fallecido", recordó ayer Antonio Hall, tío de la víctima. (Vea recuadro). Las causas del homicidio son desconocidas. Algunos testigos creen que los responsables se equivocaron de víctima.
 |
/Al Día
|
 |
Vecinos solidarios Damaris Chacón, quien era amiga de Iván Alberto Hall, recogía ayer contribuciones para ayudar con los gastos del sepelio. José Luis Segura colaboró con la causa. Allen CAMPOS para/Al Día
|
Visita a la abuela
Iván Alberto Hall Badilla fue asesinado ayer en la madrugada. Algunos de sus más cercanos familiares tuvieron la oportunidad de verlo y conversar con él por última vez el sábado por la mañana cuando, como era su costumbre, visitaba a la abuela, Carmen Hall Retana.
"Le gustaba llevarle a su hija y quedarse a conversar alrededor de una hora", recordó ayer Antonio Hall, su tío.
Iván era el mayor de los dos hijos que tuvieron Alberto Hall y Heidy Badilla. El otro se llama Danny y aún es menor de edad.
El padre se dedicó a trabajar en pintura de edificios, la madre es conocida como una buena costurera.
Iván asistió a la escuela Carolina Dent, donde sacó su diploma de sexto grado.
Sin embargo, no pudo asistir al colegio porque debió ayudar a su padre a llevar dinero a la casa, informó su tío.
Era un amante de los deportes, practicó futbol y baloncesto.
En el primer caso se desempeñaba como portero.
|