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Desmoralizado Alejandro Escobar Méndez: "Me voy sin saber a cuántos años lo condenarán. Desconozco cuándo lo volveré a ver. Estoy con el corazón destrozado". Edgar CHINCHILLA/Al Día
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"¿Por qué no llegué a tiempo?
Padre sufre por hijo sospechoso de homicidio Edgar CHINCHILLA, corresponsal Rodolfo MARTÍN rmartin@aldia.co.cr
San Carlos, Alajuela.-El nicaragüense Alejandro Escobar Méndez, de 49 años, pasa horas angustiosas. Está abatido... se siente destruido.
En cualquier momento será deportado mientras su hijo Javier, de 24 años, quedará detenido como sospechoso de un homicidio en el cual él también estuvo involucrado.
Ambos están ligados al asesinato de Leopoldo Pérez Treviño, ultimado el viernes en "El Corozo" de Los Chiles de un balazo en el pecho.
La víctima, de 40 años, también era nicaragüense y dejó 11 huérfanos.
La causa del homicidio fue una discusión por la posesión de un canasto vacío para recoger naranjas, labor a la que se dedicaban.
¿Por qué no llegué a tiempo?", se preguntaba Alejandro ayer al ser entrevistado en la sede de la Fuerza Pública de Ciudad Quesada.
Él, originario de Tumaladalia -poblado del departamento de Matagalpa- se refería a que cuando escuchó que su hijo peleaba con Leopoldo por el canasto, recordó que él acababa de comprar un revólver que podía usar en cualquier momento.
"Salí a toda carrera. Sin embargo, en eso escuché la detonación. Al llegar miré que Leopoldo agonizaba, mientras mi muchacho temblaba aterrorizado", expresó. Caminar, caminarJavier le dijo que huyeran porque, después de lo que acababa de hacer, ellos corrían el mismo riesgo.
"Pensé que lo mejor era entregarnos y así se lo manifesté. Sin embargo, me suplicó que lo acompañara... que no lo dejara solo", expresó.
Caminaron sin parar todo el viernes e hicieron lo mismo las dos primeras horas del sábado cuando fueron detenidos a 3 kilómetros de la frontera con Nicaragua.
"No comimos nada. Ahí, de vez en cuando tomamos agua de alguna quebrada. A lo largo del viaje platicamos acerca de lo ocurrido y el muchacho me dijo que iba a deshacerse del arma, pero le dije que eso complicaba más las cosas", comentó.
El revólver se lo había comprado, 15 días antes, a un compañero de trabajo en ¢27 mil.
Al ser descubiertos, dijo sintió alivio, pues no soportaba el remordimiento y la sensación de ser un prófugo.
"Usted hace algo malo y la ley de la tierra se lo cobra. Sin embargo, el castigo de Dios es más fuerte y casi intolerable porque es para toda la vida", afirmó.
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Investigaciones Las averiguaciones iniciales son coordinadas por el fiscal Humberto Rodríguez, del ministerio Público de San Carlos Edgar CHINCHILLA/Al Día
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Dictan seis meses
San Carlos, Alajuela.- Seis meses de prisión preventiva le impuso ayer el juzgado penal de esa localidad al nicaragüense Javier Escobar Núñez, investigado por el homicidio de su compatriota Leopoldo Pérez Treviño, ocurrido el viernes en "El Corozo" de Los Chiles.
La decisión judicial fue confirmada por el fiscal Humberto Rodríguez, quien pidió un año de prisión preventiva.
Así lo informó ayer cuando abandonaba los Tribunales de Justicia de Ciudad Quesada.
"El figura como único sospechoso. Inicialmente, hay suficientes indicios que lo incriminan, especialmente testimoniales, como también el decomiso de una arma que sería compatible con la que se utilizó durante el hecho. La medida cautelar la cumplirá en el centro Penitenciario de La Marina, a donde fue trasladado. Su padre (Alejandro Escobar Méndez) no tuvo ningún tipo de participación", expresó el representante del Ministerio Público quien no quiso ahondar en detalles por tratarse de un caso en investigación.
En fuentes policiales trascendió que el expediente será enviado a la fiscalía de Los Chiles porque ahí es en donde procede que sea tramitado.
Es probable que ahora únicamente se esté a la espera del resultado de la autopsia para iniciar la redacción de una pronta acusación.
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