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Todos esperan Un lluvioso y frío domingo ayer en la Plaza de San Pedro, en Ciudad del Vaticano, desde donde hoy los files esperarán con ansias conocer quién será el Papa 265 de la historia. AFP/Al Día
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A esperar el humo blanco
Hoy comienza el Cónclave para elegir Papa
Ciudad del Vaticano/ AFP. Todo está listo. La expectativa cunde. Los pronósticos abundan. Y es que los 115 cardenales de los cinco continentes que elegirán al 265 Papa de la historia de la Iglesia Católica, se recluyeron ayer en la Casa Santa Marta para dar inicio hoy al primer Cónclave del tercer milenio.
Los purpurados de 52 países se trasladaron a esa residencia, situada dentro del Vaticano, una de las novedades que introdujo Juan Pablo II. Ahí los cardenales se alojarán cómodamente, aunque seguirán sujetos a un total aislamiento.
Hoy por la tarde, los cardenales se encerrarán en la Capilla Sixtina, principal escenario de un Cónclave de duración y desenlace inciertos, donde decidirán por votación quién sucederá al Papa polaco, fallecido el 2 de abril a los 84 años.
Ayer en Roma se señalaba que el "dogmático" cardenal alemán Joseph Ratzinger y el arzobispo de Milán, Dionigi Tettamanzi, parecen ser los candidatos mejor situados. Eso sí, la posibilidad de un latinoamericano también suena con fuerza, con los nombres del argentino Jorge Bergoglio, el brasileño Claudio Hummes, el chileno Francisco Javier Errázuriz, el colombiano Darío Castrillón o el hondureño Óscar Rodríguez.
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Cariño al papa viajero El Cariño del mundo al Papa Viajero se mantiene inalterable. Una mujer adquiría ayer recuerdos en la Plaza de San Pedro del Papa Juan Pablo II, a horas de iniciarse hoy el Cónclave para elegir a su sucesor. AFP/Al Día
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Hora a horaEl Cónclave, cuyo ritual está perfectamente detallado en la Constitución Apostólica, comenzará a las 10 a.m. de Roma (2 a.m. de Costa Rica) con la misa "Por la elección del Romano Pontífice" en la basílica de San Pedro, a la que están invitados los fieles.
A las 4:30 p.m. (8:30 a.m. de Costa Rica), vestidos de púrpura y blanco, los cardenales se dirigirán en procesión a la Capilla Sixtina, el corazón de la elección papal. Ahí los purpurados pronunciarán, uno a uno y con la mano sobre el Evangelio, el juramento de guardar un secreto absoluto sobre la elección.
Las puertas de la Capilla se cerrarán definitivamente, tras el tradicional "¡Extra Omnes!" (¡Fuera todos!), que expulsará del Cónclave a todas las personas no autorizadas y pondrá fin a la retransmisión televisiva del evento.
A partir de ese momento, la única comunicación del Cónclave con el exterior será el humo que saldrá dos veces al día, hacia las 12 mediodía y las 7 p.m. (4 a.m. y 11 a.m. en suelo tico) por la chimenea de la estufa, instalada dentro de la capilla en la que se quemarán las papeletas de las cuatro votaciones previstas: dos por la mañana y dos por la tarde.
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En sus manos Los 115 Cardenales que asistieron el sábado a una misa para despedir al desaparecido Papa Juan Pablo II, en la Basílica de San Pedro, quedarán hoy aislados y tendrán la tarea de elegir al nuevo Papa. EFE/Al Día
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Negro y BlancoLa fumata será negra cuando las votaciones sean infructuosas y blanca cuando los cardenales hayan elegido al nuevo Papa, anuncio que irá acompañado del repique de fiesta de las campanas de San Pedro. El Papa es elegido por una mayoría de dos tercios de los electores presentes, es decir 77 votos de 115.
La duración del Cónclave también es objeto de un intenso debate entre los entendidos, pero se cree que no será demasiado breve para no dar la impresión de que está todo pactado, ni demasiado largo para que no parezca que hay división en la Iglesia. En el Siglo XX, el más largo duró cuatro días.
Las 12 congregaciones generales que mantuvieron los cardenales desde la muerte de Karol Wojtyla, sirvieron para que los electores del primer Papa en casi 27 años se conocieran entre ellos.
Cuando haya nuevo Papa, éste deberá decir si acepta y elegir un nombre, antes de enfundarse la casulla blanca y de que el protodiácono chileno, Jorge Arturo Medina, lo presente a los 1.100 millones de católicos del mundo con la ancestral fórmula "Habemus Papam".
Caridad hasta el final
El Vaticano/ AP. La Santa Sede reveló ayer que en uno de sus últimos actos como Pontífice, el Papa Juan Pablo II envió decenas de miles de dólares a Sri Lanka e Indonesia, para ayudar a las víctimas del maremoto de diciembre anterior y el reciente terremoto en el sureste de Asia.
Entre las últimas instrucciones de Juan Pablo II, previas a su encuentro final con la Eternidad, estuvo el envío de unos $100 mil para reconstruir una escuela en Sri Lanka y $50 mil para las poblaciones de la isla de Nias, azotada por un reciente terremoto, señaló un comunicado del Vaticano.
Sri Lanka fue duramente golpeada por el maremoto del pasado 26 de diciembre, mientras que Nias sufrió devastación por el mismo "tsunami" y por otro poderoso terremoto que la azotó el 28 de marzo, donde murieron cientos de personas. Juan Pablo II falleció el 2 de abril en sus aposentos del Vaticano.
En su aparición dominical en su ventana el 26 de diciembre, horas después de ocurrido el maremoto, el Pontífice se unió a las exhortaciones a la comunidad internacional para enviar ayuda.
El Vaticano indicó que el día después de que el "tsunami" azotó una amplia región del sureste asiático y parte del este de África, el Papa deseaba mostrar su cercanía paternal y espiritual con las poblaciones más golpeadas por la grave calamidad.
En ese momento ordenó el envío inmediato de ayuda a Sri Lanka ($100 mil), Indonesia e India ($75 mil a cada uno), Tailandia ($50 mil) y Somalia ($10 mil).
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