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Mucha lluvia A diferencia de años anteriores, los peregrinos que acompañaron a la Virgen de Ujarrás en la tradicional romería, no pudieron almorzar en las zonas verdes ante las fuertes lluvias. María Estela MONTERROSA/Al Día
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Lluvia no detuvo a peregrinos
Romería a Ujarrás María Estela MONTERROSA, corresponsal redaccion@aldia.co.cr
Ujarrás. La lluvia no fue obstáculo para que cientos de peregrinos acompañaran ayer a la Virgen de Ujarrás, en la tradicional romería a su antigua casa.
La imagen salió del Santuario a las 7 a.m. con una fuerte lluvia, que se mantuvo durante todo el día, y a las 6:30 p.m. fue recibida con júbilo en Paraíso de Cartago.
A diferencia de años anteriores, la gente no pudo almorzar en las zonas verdes que rodean las ruinas, ya que las fuertes lluvias tenían todo empapado.
"Ha sido una manifestación muy grande de fe, la gente no vino a pasear, vino a estar con la Virgen; la mayoría vino por amor y agradecimiento, algunos por súplica, pidiendo u orando", afirmó el cura Jaime Gutiérrez.
Otros aspectos, como el altar y el traje de la Virgen, fueron admirados por los visitantes, detalles en los que trabajaron muchas personas desde hace varias semanas, explicó el sacerdote.
Agregó que la afluencia de católicos es similar a otros años, pero menos gente permaneció en el parque.
Este año, la romería a Ujarrás fue la antesala de las celebraciones del 50 aniversario de la Coronación Pontificia de la Virgen de Ujarrás.
Este reconocimiento se otorga a imágenes muy veneradas o muy antiguas. Pío XII se la otorgó a la Virgen de Ujarrás el 27 de abril de 1955. La parroquia de Paraíso planea una serie de actividades para conmemorar esta fecha, a partir del 23 de abril.
La tradición de ir al valle para celebrar una misa en honor de la Virgen de Ujarrás fue, por muchos años, de los pobladores de Cartago, quienes eran recibidos con agrado por el pueblo de Ujarrás.
"La promesa de la Misa Jurada no se dio de manera formal hasta 1690, cuando Cartago y la provincia de Costa Rica sufrían una dura epidemia de viruela que estaba acabando con la población", explicó el presbítero Manuel Benavides en su libro "La Romería a Ujarrás".
Sin embargo, la costumbre de la misa votiva ya existía antes de esa fecha, advirtió el autor.
A partir del traslado de los ujarraceños a Paraíso el 13 de julio de 1832, "la vida de este pueblo cambió, pero el papel de la Virgen en sus vidas se fortaleció", apuntó Benavides. Desde ese año, la romería de los cartagos se hacía a Paraíso.
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