Domingo 24 de abril, 2005. San José, Costa Rica.



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Ayer, a las 11:35 p.m, agentes judiciales procedieron al levantamiento de los cuerpos de Alejandro Ibarra Flores de 33, y su hijo Harlem, de 7, en Manzanillo de Limón, luego de que perecieron tras ser succionados por un remolino.
Róger AMORETTY/Al Día

Remolino mata a padre e hijo

En Gandoca de Manzanillo

Róger AMORETTY, corresponsal
Carlos LÁSCAREZ S., redactor

Limón.- Lo que pretendía ser un paseo familiar se convirtió anteayer en tragedia para una familia de Gandoca de Manzanillo, luego de que dos de los caballos en los que viajaban fueron sorprendidos por un enorme remolino en la laguna de Gandoca.

Producto del accidente fallecieron Alejandro Ibarra Flores, de 33 años, y su hijo Harlem, de 7, quienes no lograron salir, aparentemente porque fueron golpeados en la cabeza por uno de los equinos mientras trataban de alejarse.

La tragedia ocurrió alrededor de las 8:35 a.m., cuando los fallecidos, así como Floribeth Sanarrusia (esposa y madre de las víctimas), Mauricio Rocha (cuñado) y Marcelino Ibarra (abuelo de Harlem) se dirigían hacia la barra de Sixaola, con el fin de pasear y efectuar el intercambio de un toro por un novillo.

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Róger AMORETTY/Al Día

Su objetivo era encontrarse con un finquero de apellido Sandoval, amigo de la familia, con quien pretendían cerrar el negocio.

Viajaban en caballos que la familia tiene desde hace tiempo, y usaban para viajar, trabajar y diversión.

Sin opción

Según relato de la sobreviviente Floribeth Sanarrusia, ya habían recorrido poco más de 50 metros cuando sobrevino la desgracia.

"Ellos iban en caballos separados y faltaban unos 25 metros para llegar a la orilla de la laguna. En ese momento los caballos se hundieron y empezaron a patalear en medio de un remolino.

"Mi esposo (Alejandro) tomó al niño y se lo puso encima de los hombros, pero la correntada era muy fuerte, por lo que mi cuñado y yo optamos por lanzarle un mecate, que agarró por unos momentos,

"Cuando intenté jalarlos se me soltó la cuerda, razón por la que mi cuñado y el abuelo se lanzaron, pero era una gran correntada. Por poco ellos también se ahogan. Uno de ellos logró salir, mientras que el otro apareció inconsciente en la playa", relató la mujer entre lágrimas.

Agregó que desde hacía 18 días no pasaban por la laguna, pese a que con frecuencia lo hacían.

Hallazgo

Pero no fue hasta las 6 a.m. de ayer que los cuerpos de Alejandro y Harlem fueron encontrados por Sandoval, quien se unió a la búsqueda luego de enterarse de lo ocurrido.

Alejandro apareció a unos 500 metros de la playa, mientras que el menor apareció a 50 metros de donde se produjo el remolino.

Según la Fuerza Pública y la Cruz Roja de Manzanillo, los cuerpos presentaban heridas en sus rostros, aparentemente producidas por los golpes del caballo.

Alejandro era padre de tres hombres y una mujer, con edades entre los 5 y 12 años, se dedicaba a las labores agrícolas y gustaba practicar la pesca y el fútbol.

Harlem cursaba el primer grado en la escuela de Gandoca.

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