Eugenia París

La terapia es su fuerte

"Es gratificante ver lo que se puede lograr con los pacientes"

En el consultorio de la terapeuta Eugenia París Coronado no hay relojes, el tiempo para curar no tiene precio. Las paredes están adornadas con fotografías de alegres pacientes y una pizarra mediana sin espacio para anotar una cita más durante el día.

Eugenia, con ayuda de 12 asistentes, atiende a unas 70 personas, a veces 90. El 15 por ciento de ellos no paga, se trata de casos especiales que asume bajo dos condiciones: puntualidad y hacer en casa los ejercicios correspondientes.

Muchos de sus pacientes han sufrido lesiones muy graves o padecido enfermedades que los han dejado postrados en cama y sillas de ruedas; también han escuchado a los médicos decirles que la terapia es inútil o que nunca van a lograr recuperarse.

La filosofía de esta mujer que empezó como instructora de natación a domicilio hace 20 años es otra: "Después de 6 meses, en nuestro país y en cualquier otro, las terapias se detienen.

Nosotros hemos aprendido que la gente siempre tiene posibilidades de mejorar". Eugenia estudió primero en Estados Unidos y luego en Costa Rica. Han marcado su vida dos casos: el de Maripaz De la Torre Herrera, de 8 años, con una paraplejía isquémica causada por una intervención quirúrgica, y Heidy Arias, de 25, con una paraplejía, consecuencia de una bala perdida.

Ambas caminan con ayuda de ortesis y pueden realizar otras actividades diarias como vestirse, ir al baño o prevenir las úlceras que se producen cuando no hay movimiento en el cuerpo. Estos son logros inimaginables para todas ellas.

"No pretendo que vuelvan a ser como antes, pero sí trato de reforzarles la autoestima y evitarles complicaciones de salud. La falta de movimiento descalcifica, vienen las contracturas en cadera y tobillos porque después de estar dos años en una silla de ruedas las personas se debilitan". Eugenia siempre está investigando nuevos métodos para ayudar a sus pacientes.