"Katrina" inunda el "profundo sur" y causa un daño devastador
(EFE).- El huracán "Katrina" ha inundado grandes zonas de Luisiana, Misisipi y Alabama, en el "profundo sur" de EEUU, convirtiéndose en uno de los mayores desastres que se recuerdan y que se teme cause cientos de muertos.
Hasta el momento se han confirmado 68 fallecidos, la mayoría de ellos en el condado de Harrison en Misisipi -zona que incluye las ciudades de Gulfport y Biloxi, en la costa del golfo de México, pero la cifra puede aumentar y elevarse a cientos, según medios de información locales.
En declaraciones al diario "Sun Herald", el número dos de la policía de Biloxi, Rodney McGilvary, afirmó que están tratando "de determinar el número total de víctimas... si algún día lo logramos".
El director del centro de operaciones de emergencia del condado de Harrison, Christopher Cirillo, aseguró al mismo diario que 35 personas que trabajan para socorrer a la población tuvieron que salir nadando de sus respectivos centros de operaciones.
"No hemos sabido nada de ellos", agregó.
Gran parte de la ciudad de Nueva Orleans y áreas limítrofes se encuentran bajo agua, al igual que porciones de los condados de Baldwin y Mobile en Alabama.
Buena parte de la cuenca del río Misisipi está bajo las aguas y los daños pueden ser "astronómicos", según la gobernadora de Luisiana, Kathleen Blanco.
Agregó que "la devastación es mayor" de lo que se pensaba y definió la situación de "totalmente sobrecogedora".
"El agua está subiendo tan rápido que no puedo ni describirlo", dijo a la cadena de televisión CNN la vicepresidenta del Centro Médico de la Universidad Tulane, Karen Troyer-Caraway.
El nivel de las aguas en el barrio francés de la ciudad, el famoso French Quarter que aparece en todas las guías turísticas de la ciudad y es su centro histórico, sube por momentos, según muestran profusamente las imágenes áreas tomadas por las televisiones de EEUU.
Estas imágenes muestran a una Nueva Orleans, una ciudad asentada a un nivel por debajo del mar y salvaguardada por diques, anegada por las aguas, que en muchos lugares alcanzan incluso a los tejados de viviendas de una planta.
Centenares de personas que no atendieron las órdenes de las autoridades para evacuar la ciudad el pasado domingo permanecen en tejados y en las copas de los árboles esperando a ser rescatadas por los helicópteros.
El alcalde de la ciudad, Ray Nagin, aseguró hoy que probablemente el 80 por ciento de Nueva Orleans se encuentra bajo las aguas y dijo que "en algunos lugares, el nivel del agua alcanza casi los siete metros".
Desde Birmingham (Alabama), las comunicaciones telefónicas con la zona están cortadas y con la prohibición de acceso a las zonas inundadas resulta complicado conocer testimonios de primera mano de las miles de personas que tratan de las inundaciones.
En el área de Nueva Orleans, el costo estructural de los daños es incalculable en estos momentos.
La mayor parte de la ciudad se encuentra bajo el nivel del mar y depende de un sistema de diques, bombas y canales para mantener el agua fuera.
Sin embargo, el reto más grande que afronta la ciudad es la ruptura de uno de los diques, en el Canal de la calle 17 que divide el distrito de Jefferson de Orleans.
Mientras tanto, la ruptura ha causado que las aguas del lago Pontchartrain inunden áreas, como Metairie, en el distrito de Jefferson, que se creían a salvo de los estragos del huracán.
Mike Brown, director de la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA, siglas en inglés) explicó que decenas de miles de personas en las zonas afectadas necesitarán refugio por semanas o quizás meses, ya que después de que haya bajado el nivel del agua, el peligro continuará debido a daños estructurales, contaminación, y enfermedades.
El periódico "Times-Picayune", de Nueva Orleans, se vio forzado a evacuar su edificio, con lo que no se puede contar de una de las fuentes más fiables de información para los miles de residentes que se han refugiado en el norte del estado y estados limítrofes.
"Estamos pegados al televisor", dijo a los periodistas Yvonne Bourgeois de Metairie (Luisiana), quien condujo más de 20 horas hasta las afueras de Houston (Texas) entre el sábado y la madrugada del domingo.
"Es difícil saber lo que vamos a encontrar porque la información es poca y a veces contradictoria," dijo con enorme preocupación por la envergadura de los daños.
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