San José Costa Rica. Edición del 18/diciembre/2005. Ir a Al Día
 

Otto Guevara

Un soltero encantador

Jéssica I. MONTERO SOTO

Otto Guevara sale de su oficina con la mirada y la sonrisa como únicos accesorios. Sin agenda o maletín.

Para esta entrevista, acordamos dejar de lado los temas políticos y explorar otra faceta de este abogado de 45 años, que es, además, el soltero más codiciado del país.

"No me creo esos comentarios, simplemente no les paro bola", asegura con una risa que no termina de plasmarse.

Una colega que lo ha entrevistado muchas veces, desde sus tiempos como diputado, hizo en alguna ocasión el comentario de que "Otto Guevara es tan tremendamente encantador, que duele tenerlo a la par".

Para colmo, las características que lo hacen tan popular entre las damas le salen sin ningún esfuerzo.

Guevara confiesa que fue tímido a lo largo de toda su juventud y que su primera novia la tuvo a los 19 años. "La conocí en Cabinas San Isidro, en Puntarenas. Yo salía a correr con mis perros todos los días y ella se me acercó para verlos. A partir de ese momento comenzó la conversación".

El viejo truco de ver los perritos es quizá una de las poquísimas cosas personales que se permite revelar.

Otto Guevara se toma el tiempo necesario para responder y recordarme que nuestro acuerdo es no hablar de política ni invadir su privacidad.

Dice que era "flaquillo y feíllo", además de poco hábil para el fútbol, pero muy bueno en balonmano. ¿Le serviría para atraer a las chiquillas?, le pregunto. "Ese fenómeno que se da en los colegios grandes, donde se admira a los deportistas, no ocurría en mi colegio (el Humbolt). Éramos muy poquitos", responde.

"Estoy muy joven"

Está soltero. ¿Y solo? No necesariamente; sin embargo, al menos sí está lejos de las relaciones formales: toda su atención y energía la divide entre sus aspiraciones y sus hijos.

Hay que ver cómo el rostro se le ilumina cuando habla de Sebastián, de 10 años, de Felipe, de 8, y sobre todo de Mariana, que tiene 5 años.

"Soy muy apegado a mi chiquitita. Voy a ser un padre celoso", confiesa muy serio. De seguro que la niñita también va a crecer para convertirse en una hija celosa.

¿Pero no le hace falta alguien que lo acompañe? "Soy muy joven. Es probable que en el futuro busque con quien compartir mi proyecto de vida", aclara.

Eso sí, no le urge. Es más, Otto asegura que puede seguir viviendo hasta el final por su cuenta y no va a salir a buscar compañía.

"Tengo tres hijos extraordinarios, una familia y sobrinos. Gracias a Dios tengo a mis padres con vida y muchos amigos y amigas, gente a quien yo quiero y estimo bastante", recalca.

Le lanzo la pregunta desde el otro lado: "Si a usted no le interesa encontrar pareja, pero alguna mujer está interesada en una relación, ¿tiene esperanza de conquistarlo? ¿Usted es de los que se deja conquistar?

Sonríe y contesta: "Depende de muchas cosas. Debe ser del tipo de personas con las que me podría interesar establecer una relación más cercana, y esto es aplicable a cualquiera que quiera una amistad, hombre o mujer ¡porque uno tiene sus requisitos de entrada!", asegura.

Para las que quieran tomar nota, a Otto le gusta que no traten de apantallar, que sean sinceras, "que no mientan, que te digan las cosas de frente", con buenos sentimientos y con sensibilidad social, como mínimo.

Además, valora la autenticidad, la individualidad y la seguridad que una mujer pueda tener en sí misma.

Cubiertos esos puntos, el otro problema es la notoriedad. "Hay personas que no son felices estando a la par de una figura pública, precisamente porque, a pesar de que quisieran estar con ella y hay una gran química, lo de ser figura pública se convierte en una barrera muy grande", comenta, como quien ha vivido esta situación anteriormente.

Me confiesa otra cosa: salir acompañado a lugares concurridos puede resultarle muy complicado.

"Hay personas a las que no les gusta alguna de las políticas públicas que impulsás y te dicen algo feo. A mí esas cosas no me afectan, pero puede ser que a la persona que anda conmigo sí le moleste".

No obstante estos tragos amargos, también es un hombre que recibe piropos, los cuales disfruta mucho, aunque trate de disimularlo.

"Hay personas que te dicen 'Yo voy a votar por usted porque me gustan sus ojos' o porque usted me parece muy así o muy asá... Lo que digo yo es 'Muchísimas gracias ¡pero no deje de votar!'", cuenta entre grandes risas.

Mientras, todas las que pasan junto a él lo vuelven a ver y en realidad se lo quieren comer con los ojos, sin disimular.

"Yo sé que es natural que las figuras públicas generen interés de ciertas personas y quieran conocer más detalles, entre esos su vida sentimental, su vida de familia. Hay algunos que son muy abiertos en sus relaciones; sin embargo, otros somos más cerrados. Las personas tienen derecho a preguntar y yo tengo derecho a negarme a contestar", dice, sin dejar de sonreír.

Sin poder hacer más preguntas sobre el tema sentimental, me cuenta que se las arregla para vivir solo porque es muy ordenado. "Usted no va a llegar a mi casa y a encontrar la cama desordenada; antes de salir siempre tiendo la cama", cuenta con toda naturalidad.

Una señora le ayuda a mantener la casa limpia. "Por ahora solo tengo que prepararme el desayuno, porque siempre almuerzo y como fuera, en reuniones. El próximo año aprenderé a cocinar, ya está decidido". ¿Será un propósito de Año Nuevo?

Secretos

pasatiempos

Surfear en la boca del río Barranca, en Puntarenas.

DOS DÍAS A LA SEMANA

Lleva a sus hijos a clases.

Va al cine

A ver películas de acción.

Lo hace reír

Una película divertida, como las de "Locademia de Policías".

Lo hace llorar

El recuerdo de su sobrina y ahijada Daniela, que falleció el año pasado.

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/ Esteban Dato Al Día

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Como en una película
En el ambiente político se han escuchado algunas críticas porque Otto aparece en la televisión y las fotografías más como un modelo que como un político. ÉRICK CÓRDOBA

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/ Cortesía Movimiento Libertario Al Día

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/ Al Día

 
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