Miércoles 28 de diciembre, 2005, San José, Costa Rica.
 

Sobre el terreno

Cuando lo mental pasa la factura

Julio BUSTOS

La lógica no existe. Puntarenas tuvo en sus manos el pase a la final, con una ventaja de tres goles, que no pudo o no "quiso" mantener.

¿Qué pasó? Recordemos: el fútbol se basa en cuatro aspectos, la técnica, la táctica, la preparación física y la sicológica. Vamos a centrarnos en lo mental.

Algunos jugadores porteños salieron con guantes, lo que permite sospechar que mentalmente estaban prejuiciados con el "frío" de esa noche, mientras que sus oponentes, los morados, supongo que observaron ese detalle y se dijeron, nosotros venimos de Japón y con temperaturas bajo cero.

Me pareció, también, que los jugadores porteños creyeron en su triunfo en algunos minutos, no en los 180 que duraba el duelo. Los morados, acostumbrados a jugar finales, siempre pensaron que podían, lucharon y pusieron alma vida y corazón por lograr la meta.

Más claro no puede ser: inicio del segundo tiempo y gol de camerino. Hablo del tercer gol, de Alonso Solís, el empate de la serie; mentalmente los porteños estaban pensando cómo "sostener" un marcador mientras que los saprisistas ingresaron al terreno a "aniquilar". Por eso decimos gol de camerino, la actitud de los jugadores difiere de un camerino a otro, porque defensivamente no se permite que en ese lapso de tiempo le anoten.

Ahora sigue la serie entre Pérez Zeledón y Saprissa. Estoy seguro que nuevamente el aspecto mental será determinante ¡Ojo! los pezeteros tienen una ventaja sobre los porteños: han jugado finales contra los morados y los alajuelenses, y me parece que están nivelados mentalmente. Así, la balanza será inclinada por las individualidades.


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