Lunes 17 de enero, 2005. San José, Costa Rica.


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Oración y llanto
Don Rafael Angel Huertas Acuña, de 73 años cuando ayer visitó el sitio en donde, un año atrás murió su hijo Bernal. Al lado, doña Mary Rojas Torres, madre de crianza del occiso. Aún habían en el sitio indicios del accidente que los hicieron irrumpir en llanto mientras rezaban.
Edgar CHINCHILLA/Al Día

Dolor no se termina

A un año de la tragedia de Pital

Pital, San Carlos.- A un año de la tragedia vial de Boca Arenal, las dos familias dolientes, aunque de nacionalidades y costumbres distintas, tienen algo en común que los unirá por siempre: sufrir la pérdida de sus seres queridos.

El dolor los ha perseguido durante el último año, por eso cada día que pasa es un martirio.

Hay momentos en los que parece que el accidente fue ayer y las lágrimas vuelven a correr por sus mejillas.

Una de sus principales angustias y que les impide dormir en paz es saber que el responsable de su dolor, está libre y al volante de su camión como si nada hubiera pasado.

El amargo e imborrable recuerdo, se remonta al viernes 16 de enero del 2004 cuando, a las 8:30 a.m., el nicaragüense Luis Oporta buscó al transportista Bernal Huertas para que le llevara, desde las Lagunas de Cuatro Esquinas de Pital, una carga de malanga a una empacadora en Boca Arenal.

A don Luis ese día lo acompañó su esposa Jeanette González, pues le ayudaba con los apuntes y como tenía mucho trabajo y nadie podía cuidar a los niños, decidieron llevarlos con ellos, mientras que Aris, otra hija, permanecía trabajando en una empacadora.

Además:

  • Una pérdida casi total
  • Consuelo no llega
  • Radiografía del choque
  • El accidente ocurrió al regreso a Cuatro Esquinas, cuando venían por otro cargamento.

    Huertas chocó de frente contra un tráiler, conducido por Eladio Rodríguez Umaña, en Boca Arenal.

    Tras el impacto, el camión fue arrastrado varios metros hasta llegar a la cerca de una finca, a un costado de la vía.

    Un presunto exceso de velocidad, unido a una eventual falla mecánica, habrían sido las causas de la tragedia vial.

    Sin acusación

    A pesar de la magnitud del accidente aún no hay una acusación formal contra Rodríguez que es investigado por el delito de cinco homicidios culposos.

    Henry Esquivel, fiscal adjunto de San Carlos, argumentó esta semana desconocer el estado de la causa. Las averiguaciones las coordina un fiscal que está en vacaciones y será hasta hoy, cuando se reintegre a sus labores, cuando podrá saber que ha pasado.

    La falta de testigos, no obstante, ha complicado la investigación desde el mismo momento del suceso.

    Doña Xinia Arrieta, viuda de Huertas, vive actualmente en Puerto Escondido de Pital, en la casa que compartió con su esposo durante muchos años.

    Ella vela por el cuidado de su hijo Jimmy, que ahora tiene 11 años y este año cursará quinto grado.

    Mientras tanto, doña Irene Obando Rivas, quien perdió una hija, cuatro nietos y un yerno, radica en Cuatro Esquinas.

    Al Día intentó localizar al conductor Rodríguez, pero no fue posible.

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    Golpe desvastador
    Doña Irene Obando, perdió una hija, a su yerno y a cuatro nietos. Actualmente,vive con Aris, la única sobrevimiente.
    Edgar CHINCHILLA/Al Día

    Una pérdida casi total

    Pital, San Carlos.- Si el dolor de la familia Huertas Arrieta es grande, el de la familia Oporta Gonzáles es aún mayor, porque perdieron a cuatro de sus miembros en el accidente.

    La única que sobrevivió fue Aris, de 18 años.

    Los fallecidos, con 9 años de vivir aquí, eran de Chontales de Nicaragua.

    "Un vecino llegó y habló sobre el rumor del accidente, luego comenzaron a dar la noticia por la televisión, nosotros no lo podíamos creer, el camión no lo reconocíamos, pero en una toma de televisión reconocimos uno de los zapatos de la bebé. A partir de ahí inició nuestra pesadilla", comentó doña Irene Obando Rojas, madre de Jeanette.

    Agregó que desde ese día el desconsuelo ha sido total, siente que la tragedia fue ayer y lo único que los motiva a seguir adelante es la nieta que quedó viva.

    "Es sumamente doloroso perder a un ser querido, pero que se vayan cuatro de golpe, es algo insuperable, por más fe en Dios que tengamos, que es el único que nos da fortaleza".

    Doña Irene aseguró que no tienen recursos para pagar abogados y "nos duele saber que el responsable de la tragedia sigue libre, como si nada hubiera pasado y que difícilmente se llegue a hacer justicia.

    "Ese hombre nunca nos dio la cara, nunca se ha dignado a llamarnos por teléfono para darnos un pésame, se que si no paga aquí, Dios se encargará de darle su castigo", manifestó doña Irene.

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    Añoranza diaria
    Doña Xinia Arrieta y su hijo Jimmy Huertas aún no se reponen de la pérdida de don Bernal, un hombre que pretendía sacar a su familia adelante con su oficio de transportista.
    Edgar CHINCHILLA/Al Día

    Consuelo no llega

    Pital, San Carlos. La vida les dio un vuelco radical.

    Para Xinia Arrieta Porras, 42 años, la vida se circunscribe a llorar y ver crecer a su hijo.

    La viuda de Huertas explicó que "este año ha sido el más difícil de toda mi vida, teníamos 15 años de casados".

    Ella junto a su hijo Jimmy, 11 años, quedaron desamparados, han logrado subsistir gracias a una pequeña pensión y a la ayuda que le brinda la familia de su esposo.

    Doña Xinia recuerda que jamás podrá borrar de su mente aquel 16 de enero.

    Con voz pausada y lágrimas, precisa que a las 10:30 a.m. de ese día su esposo se despidió de ella y su hijo con un beso, como de costumbre, salió de la casa y me dijo: "nos vemos más tarde. No sabía que jamás regresaría.

    Alguien, que nunca supo quien fue, la llamó por teléfono para decirle que Bernal había tenido un accidente, pero que no sabía en que condición estaba. En ese momento, llegó la familia de su marido y le confirmaron la tragedia.

    "Fuimos al sitio, yo no paraba de llorar y, como no nos dejaron pasar, regresamos a la casa donde enfrenté lo más difícil, darle la noticia a Jimmy", exclamó entre sollozos doña Xinia.

    "Aún no asimilo su muerte, mi vida cambió para siempre y el saber que el conductor que mató a mi esposo anda libre, como si nada, me atormenta más".

    Radiografía del choque

    ¿Cuándo ocurrió la tragedia?

    El 16 de enero del 2004

    ¿A dónde?

    En Boca Arenal de Cutris, a unos dos kilómetros carretera a Ciudad Quesada, casi frente a la Hacienda "La Olga".

    ¿A qué hora?

    A las 2:30 p.m.

    ¿Cómo se dio?

    Chocaron un camión Isuzu que circulaba con sentido Boca Arenal, Pital y, en el que viajaban cinco personas, contra un tráiler que se movilizaba con rumbo a Muelle, Los Chiles.

    ¿Quiénes conducían los vehículos?

    -El Isuzu lo conducía Bernal Huertas Araya, mientras que el tráiler Eladio Rodríguez Umaña, de 46 y 44 años, respectivamente.

    ¿Quienes fueron las víctimas?

    Además de Huertas Araya, una familia nicaragüense integrada por Luis Oporta Lumbi, de 31, su esposa Jeannette González Obando, de 34, así como sus hijos, Luis Alberto Oporta González, de 11, y Margaret de año y medio.

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