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Roxana Maradiaga debe cuidar a su hijo durante las 24 horas. El menor, que sobrevivió al atropello de un tractor, deberá estar ocho meses en recuperación. Edgar CHINCHILLA/Al Día
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Vivo de milagro Edgar CHINCHILLA, corresponsal Colaboró Viviam MEDINA, corresponsal
Ciudad Quesada.- Rónald Aurelio Arias Maradiaga, de 14 años, sobrevivió el miércoles a un accidente de tránsito en el que fue atropellado por la carreta de un tractor cargada con caña.
El menor, que se recupera en cirugía de hombres del hospital de San Carlos, habló ayer con El Norte / Al Día para contar sobre esa experiencia de la cual salió vivo de milagro, pero con graves lesiones.
Tiene una quebradura de pelvis, fractura en los huesos de la cadera, hematoma en la pierna izquierda, daño en la vejiga y una herida en la espalda.
Pero tranquilo y lleno de positivismo, Rónald espera recuperarse pronto y salir del hospital. Mal díaEl miércoles Rónald decidió ir con dos amigos a bañarse en el centro turístico El Tucanito.
Tras pedirle permiso a su mamá, Roxana Maradiaga, quien estaba en San José, partió con sus amigos a eso de las 11 a.m, desde su casa en barrio San Martín.
Caminaron por los senderos, jugaron y se bañaron en las piscinas.
El infortunio empezó cuando los tres fueron a darse un chapuzón al río de aguas termales, en uno de los sectores del centro turístico.
Allí se quitaron la ropa y la dejaron a la orilla. Esto fue aprovechado por delincuentes que les robaron el dinero que estaba entre sus pertenencias. Arias y sus amigos no se percataron de eso.
Cuando decidieron regresar a sus casas, luego de dos horas, los muchachos se dieron cuenta del hurto. Ante la falta del dinero para pagar el pasaje no les quedó más remedio que caminar y pedir un aventón.
Después de cuatro kilómetros de caminata, cuando iban subiendo una cuesta, en las cercanías de la entrada a La Tesalia, pasó el tractor que halaba dos carretas cargadas con caña.
Arias y uno de sus amigos, sin consentimiento del conductor del tractor, subieron a la carreta.
Luego de recorrer solo 20 metros, Arias prefirió bajarse, pero con tan mala suerte que uno de sus zapatos se enredó en la caña y lo hizo caer delante de una de las llantas.
"La llanta me prensó y me arrastró algunos metros, luego me pasó por encima, por el abdomen. Recuerdo mucha sangre y a mis amigos pidiendo auxilio", dijo. Podría no caminarGracias a la ayuda de unos taxistas que pasaban por el lugar al momento del accidente, se logró llamar a tiempo a la unidad de la Cruz Roja, la cual trasladó al menor hasta el hospital de San Carlos.
Debido a que la madre de Rónald estaba en San José, no se le contactó hasta dos horas después del incidente.
Los médicos no podían operarlo por falta de una autorización.
"Acababa de llegar de San José cuando me llamaron para avisarme. Corrí al hospital y autoricé a los médicos a que hicieran lo posible por salvarlo. Los doctores han hecho una gran labor, pero me indicaron que hay posibilidades de que Rónald no pueda volver a caminar", dijo.
El menor deberá pasar por un proceso de ocho meses de recuperación.
Esta familia es oriunda de San Carlos. El padre del muchacho, Rónald Arias Ríos, vive en el Atlántico.
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Una carreta como la de la imagen, en donde están depositando la caña, sería similar a la que atropelló a Rónald Arias el pasado miércoles.
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De cuidado
Con el inicio del transporte de caña se presentan muchos accidentes ligados a los camiones que la llevan.
El día anterior del accidente del menor atropellado, un camión chocó contra un tráiler cargado con caña. Como consecuencia, el conductor del camión quedó atrapado en las latas del vehículo y sufrió heridas graves.
Estos son algunos otros de los accidentes más aparatosos de los últimos años, ligados al transporte de caña.
9 de marzo del 2004: Un hombre de 62 años, de apellido Rojas, murió cuando viajaba en bicicleta y fue prensado por la piña de las llantas traseras de una carreta recolectora de caña.
17 de enero del 2004: cinco personas fallecieron en Boca Arenal cuando el camión en el que viajaban chocó contra un tráiler que transportaba caña.
3 de febrero del 2000: Dos jóvenes, en Sarapiquí, perdieron la vida cuando el vehículo en el que viajaban chocó contra un tráiler cargado con caña.
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