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Perspectivas
"I Live Strong" Mónica Umaña
La leyenda "I Live Strong" camina por las calles de nuestro país. En ella se simboliza la lucha contra el cáncer que libran diariamente millones de personas alrededor del mundo.
La leyenda, que significa "Yo vivo con fuerza", es el lema que escogió la Fundación del ciclista Lance Armstrong para ser estampada en las pulseras amarillas que usan millones de personas.
Solo en nuestro país se han vendido más de 7 mil pulseras, en una causa que se debería copiar en todos los países del mundo.
Esas 7 mil pulseras significan que los costarricenses hemos contribuido con $7 mil (¢3,2 millones) para la Fundación del deportista estadounidense.
Armstrong, seis veces ganador del Tour de Francia, es además un hombre que luchó para ganarle al cáncer. Y lo consiguió.
El ciclista se repuso de un diagnóstico poco prometedor: padecía cáncer de testículo, que posteriormente se le propagó al cerebro y a los pulmones.
En el mundo se han vendido aproximadamente 25 millones de pulseras, lo que se traduce en $25 millones para la Fundación de Armstrong. (http://www.laf.org).
Esa organización también promueve el premio "Livestrong", que se entrega a un sobreviviente del cáncer. Está dotado de $5 mil, que se destinan a la organización contra el cáncer que el ganador elija.
A nivel mundial existen alrededor de 10 millones de personas que padecen de cáncer y libran una lucha personal, con tal de ganarle a la enfermedad.
Para quienes han sido víctimas del cáncer, o han tenido a alguien cercano con ese padecimiento, esta campaña es una forma de sumarse a la batalla que, siendo ajena, se hace propia en cualquier momento.
Conforme se navega en la página de Armstrong, aparecen distintas fotografías de jóvenes, y no tan jóvenes, que se apoderan del lema "I Live Strong". Octavio, Ted y Beverly son solo algunos de los nombres que dan lugar a sonrientes personas.
El color amarillo de la pulsera es, según la Fundación, sinónimo de coraje y esperanza.
No dejemos que esta lucha que, día con día, libran las personas con cáncer, la lleven a cabo en solitario. Si en sus manos está ayudarlas, hágalo.
Hoy, usted y sus seres queridos pueden estar sanos y con capacidad de ayudar, mañana podrían estar del otro lado de la línea.
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