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Sabor dulce Marat Safin celebró en Melbourne, tras derrotar a Lleyton Hewitt por 1-6, 6-3, 6-4, 6-4. AFP/Al Día
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El regreso del genio
Melbourne / AFP - El genial Marat Safin dio un nuevo impulso a su carrera, al ganar su segundo torneo de Gran Slam, en Melbourne, tras vencer a Lleyton Hewitt en cuatro sets, 1-6, 6-3, 6-4, 6-4, en la final del Abierto de Australia.
En sptiembre de 2000, los neoyorquinos creyeron asistir a un traspaso de poderes cuando el ruso, de apenas 20 años, ganaba a Pete Sampras en tres sets, en la final del US Open, jugando un tenis de ensueño.
Safin, dos meses más tarde, se convertía en el número uno mundial, luego de su victoria en París-Bercy.
Pero esa supremacía le duró poco tiempo.
Demasiado irascible, cediendo a la presión en los grandes eventos, molesto igualmente por varias lesiones, no había ganado ninguna de las pruebas mayores desde entonces.
Contra Hewitt, tras ceder el primer set, parecía que el ruso iba a volver a tropezar en la final del Abierto de Australia, como había ocurrido en 2002 y 2004, luego de haber ganado en la semifinal al número uno mundial, el suizo Roger Federer.
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Por fin Safin logró su primer trofeo de Grand Slam, luego de cuatro años y medio. AFP/Al Día
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Safin se mostraba demasiado débil y fácil ante su adversario.
"No podía creer que estuviera jugando tan mal", contó luego el ruso.
Pero Safin maduró -cumplió 25 años el pasado jueves- y aprendió de sus fracasos anteriores en Melbourne.
Sin enloquecerse, y sin arrojar con rabia su raqueta al suelo, de manera muy paciente fue instalando su juego desde el fondo de la cancha.
En el último set, en plena confianza en su juego, y en sus aces (18 en total), Safin prácticamente no falló en nada, para volver a ganar por 6-4.
"Logró meter bolas increíbles desde el fondo de la cancha. Es fantástico lo que puede realizar. Tengo que reconocer que estaba en plena confianza, y que simplemente fue superior", reconoció Hewitt.
El suizo Federer seguirá como número uno mundial, pero su derrota en semifinales ante Safin mostró que ha encontrado en su camino a un rival a su medida.
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