 |
Este viernes, en los jardines de la casa donde se graba "Buen día", Pilar Cisneros reiteró que no cree en premios y que viajar es su gran vicio.
Roger BENAVIDES/Al Día
|
"Ya tengo muchos premios"
Pilar Cisneros cuenta por qué el Pío Víquez no le hizo "ni pío" Isaac LOBO
ilobo@aldia.co.cr
"Yo tan vieja y todavía provoco polémica. ¡Ya me imagino a los 60!, seguro hago un buen escándalo", bromeó Pilar Cisneros este viernes en los jardines de la casa del programa "Buen día".
La codirectora de Telenoticias se mostró segura de su decisión de no aceptar el premio Pío Víquez, otorgado el miércoles 26, con lo cual generó comentarios de todo tipo.
Insiste en que no cree en galardones; eso sí, la vida ya le ha dado muchos: su carrera, esposo, hijos, familia."Trabajo en lo que me encanta, me pagan muy bien por hacerlo y estoy en una empresa que me da libertad".
También contó que su vicio es viajar, que no se toma la vida tan en serio como algunos creen y que sigue enamorada de su esposo, el periodista Edgar Espinoza.
¡No es no!
-Nadie rechaza el Pío Víquez, ¿por qué usted sí?
-Por dos razones: no me correspondía, el mérito no fue mío y no creo en premios. La gran mayoría son producto de una argolla; usted me lo da a mí, luego yo se lo doy a usted... Hay gente meritoria que nunca ganó premios, como Carmen Granados; otros se han ganado cinco por estar en la argolla. No quiero estar en la misma bolsa con ellos, ni con los que se lo merecen, ni con los que no.
-¿Dijo en televisión que se arrepentía de haber recibido otro premio, ¿Cuál fue?
-El Pío Víquez, en 1990. Hasta eso, no sé si se puede repetir. Lo acepté contra mi voluntad, le pregunté a mi esposo y a Ignacio (Santos) y los dos me aconsejaron aceptarlo porque si no parecería prepotente.
-¿Su rechazo demerita a las otras personas que lo han recibido?
-Que cada palo aguante su vela. No voy a juzgar a los demás.
-Si se lo hubieran dado a Liliana Carranza, ¿le habría dicho que no lo aceptara?
-Habría dejado que decidiera.
-¿Qué le pasó por la mente cuando se enteró de que se lo habían dado?
-¡Ah!, que no lo iba a aceptar, pero no me enojé. Me parece que el Gobierno no tiene plata... y todavía la regala.
-¿Cuáles premios ha recibido en la vida?
-Todos los días recibo uno, trabajo en lo que me encanta, me pagan muy bien por hacer lo que me gusta,. Trabajo con mi mejor amigo y mi socio (Santos) y con un equipo genial. Eso vale mil Pío Víquez.
-¿Y en el plano personal?
-Mi esposo.. ¿se imagina 27 años de matrimonio soportando a Pilar Cisneros? Yo lo amo, nos llevamos muy bien.
-¿Por qué cree que los periodistas siempre se quejan de su profesión?
-En mi caso es una relación amor amor, porque me encanta lo que hago. Pero es que lo encuentro adictivo y a veces uno suele confundir cosas importantes y le da demasiado tiempo al trabajo y se lo quita a la familia.
Seguro con la viejera, porque ya cumplí 50 años, me hice más madura; por eso trato de restringir mi horario de trabajo de lunes a viernes. El fin de semana es sagrado.
-¿Por qué escogió estudiar periodismo?
-Por casualidad, porque vengo de una familia de abogados.
Cuando llegué de Perú estaba desilusionada de lo que había pasado en mi país. En la UCR ví las materias y me gustó y ahora no me cambio por nadie.
Ermitaña con buen humor
-En diciembre la vimos en "El Chinamo", pero sabemos que no es común en usted salir.
-Yo soy literalmente ermitaña. No me gusta salir. Jamás me verá en una actividad social, fiesta o inauguración. Al salir del trabajo solo tengo vida con mi familia. Con "El Chinamo" me gusta porque no es la fiesta típica de guaro y borrachos. Me gusta la mezcla del público de todas las edades.
-¿Le gusta hacer bromas?
-Me encanta que me las hagan, me encanta hacerlas. Me gusta no tomarme la vida en serio; por eso mucha gente me ha alabado y otra me ha criticado. Yo inventé sacar los "pachos". Es el otro lado del periodista encorbatado.
-¿Qué es más peligroso, el fantasma de Aranjuez o el de la corrupción?
-(Risas) El de la corrupción, ese es terrible, el otro no hace daño.
-¿Cree en fantasmas?
-Creo en energías raras, que dan buena vibra o mala vibra. A veces conoces a alguien y te cae bien, en otras ocasiones aborreces la persona de inmediato sin ninguna razón.
|
