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Perplejos
Geovanny Acuña Sandí y Elaida Marín Zamora, los vecinos más cercanos de la víctima, cuando ayer leían la noticia sobre la muerte de su amigo.
Carlos RODRÍGUEZ/Al Día
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Crimen fue por asalto
Siquirres Carlos RODRÍGUEZ, corresponsal
Rodolfo MARTÍN
rmartin@aldia.co.cr
Siquirres, Limón.- El asalto habría sido el móvil del homicidio del peón bananero Claudio Carballo, ocurrido anteayer en un platanar a 17 kilómetros del centro de Siquirres, carretera a Limón.
Así trascendió ayer en medios policiales de acuerdo con las primeras investigaciones hechas por la delegación del OIJ de Siquirres.
La presunción está sustentada, explicaron, en que su billetera estaba vacía, pese a que minutos antes había retirado ¢45 mil del cajero automático de la agencia del Banco Nacional de Costa Rica.
La policía estima el robo en ¢30.000, según el testimonio de unos vecinos con quienes anduvo de compras en Siquirres.
Así lo manifestó el matrimonio de Geovanny Acuña y Elaida Marín. Ellos, con sus hijos Esteban, Catherine y Nayeli de 12, 7 y 3 años, respectivamente, fueron al mismo cajero para sacar dinero y comprarle los uniformes y los útiles a los dos primeros, como también para el "diario" de la semana.
Elaida le hizo el retiro a Carballo, quien luego los acompañó a comprar útiles. El grupo fue después a un supermercado donde compró víveres. Allí Carballo gastó ¢10 mil.
Más adelante regresaron a la casa en el mismo taxi.
El matrimonio y los niños se quedaron, pero Carballo, sin mayores explicaciones, dijo que debía ir a hacer "una vuelta" a Cimarrones.
A la entrada del pueblo hay un bar, al cual entró y pagó una cuenta pendiente de ¢1.000 por dos cervezas que se había tomado días atrás.
Aprovechó para tomarse otras tres, de las cuales pagó dos y quedó debiendo una, informó la salonera Mariana Hernández,
Ella lo vio cuando dejó el negocio. En la puerta conversó brevemente con un muchacho y luego desapareció en medio de la noche.
Pocos horas después apareció muerto, con un disparo en la cabeza a tres kilómetros de distancia.
Carballo vivía solo y, al parecer, era padre de una pareja, según recordó Acuña, su vecino y compañero de trabajo en la finca Cocles.
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