Su hija, Marie González, se quedará en EE. UU. al menos otro año

Pareja deportada volvió anoche al país

La joven podría, incluso, recibir una beca

Con alegría, por volver a ver a sus familiares y con tristeza, por dejar atrás a su única hija, llegaron anoche al país, a las 10 30 , Marina y Marvin González, costarricenses deportados de Estados Unidos, donde vivieron 14 años.

Marie, la muchacha de -19 años que ya se convirtió en un ícono de lucha a favor de los inmigrantes ilegales en ese país- también se debatió ayer entre esos dos sentimientos. A ella le permitieron quedarse un año más, pero aún desconoce si podrá trabajar, estudiar e, incluso, manejar su auto.

"El viernes, al recibir la noticia, sentí muy raro. Felicidad porque voy a poder seguir en la lucha, y tristeza porque me di cuenta de que solo me quedaban tres días con mis pápás".

"Casi ni tuve tiempo para conversar con ellos y despedirnos. No sé cuando los voy a volver a ver"; dijo ayer la joven, vía telefónica desde Missouri, con la voz cortada.

En Puntarenas, los abuelos maternos de Marie, también fueron presa da la angustia. Mientras se preparaban para viajar al aeropuerto, don Rodrigo dijo que "es muy triste porque se fueron los tres y ahora solo vienen dos".

Sin embargo, el abuelo de Marie calificó como "un triunfo" el que las autoridades le hayan dado una prórroga a la joven. "La idea es que se vaya para Washington para seguir luchando a favor de los estudiantes ilegales e, incluso, podrían otorgarle una beca. No sabemos que le deparará el futuro, pero parece buena señal que en medio del ambiente candente le hayan dado la prórroga".