Paraíso, Cartago

Asesinan dueño de soda

José Chaves Cervantes, de 43 años, murió de varias puñaladas

Paraíso.- Jorge Chaves Cervantes, de 43 años, murió antenoche, a las 11:40 p.m., apuñalado por un hombre de apellido Ilama, de 18 años, cuando iba a cerrar su soda La Costarricense, cerca del Estadio Municipal de Paraíso.

Chaves tenía la puerta del negocio media cerrada cuando Ilama entró a pedirle un dinero, a lo que él se negó. El agresor es reconocido por la policía como un adicto a las drogas, principalmente al "crack".

Ilama, cuchillo en mano, forcejeó con Chaves, lo apuñaló en la espalda, luego en el abdomen y por último en la ingle. "Cuando llegamos al lugar, Chaves estaba muerto, había perdido mucha sangre", explicó Geovanny Chacón, uno de los dos cruzrojistas que atendió la emergencia antenoche en Paraíso.

Mario Vargas Calderón, oficial de la Fuerza Pública de Paraíso, informó que una testigo fue quien dio la voz de alerta cuando vio salir a Ilama corriendo.

El presunto agresor fue capturado cuando caminaba minutos después por las inmediaciones de la soda por una patrulla de la Fuerza Pública. Ilama no se resistió al arresto.

Lamentan pérdida de familiar Rafaela Cervantes Era un hijo muy bueno conmigo, nuestra relación era especial. La familia no se explica por qué pasó algo así". Rafaela Cervantes, madre. Nuria Granados Era un excelente ser humano, cuando uno ocupaba su ayuda siempre estaba dispuesto a darla, era una buena persona". Nuria Granados, cuñada. Margarita Chaves Era muy tranquilo, sin vicios, muy buena persona. Es un dolor inmenso para toda la familia, son momentos muy difíciles". Margarita Chaves, hermana.

"Estaba todo lleno de sangre"

Con profunda tristeza la familia de José Tobías Chaves enfrentó la noticia de su muerte a manos de un joven que acostumbraba visitar su negocio.

Chaves según su madre, Rafaela Cervantes, era un hombre bueno, el único hijo que le quedaba soltero y sin hijos.

Chaves era de una familia numerosa, tenía once hermanos.

A sus 42 años atendía la soda "La Costarricense", sitio en el que trabajó los últimos cuatro años, en sociedad con su hermano menor, Ignacio. Anteriormente atendía una panadería, explicaron sus familiares.

"Él era un hombre de pocas palabras, pero estaba siempre dispuesto a ayudar, los clientes también lo querían mucho porque era excelente persona", dijo Nuria Granados, cuñada.

Chaves vivía con su mamá y se encargaba de ella, según sus familiares tenían una buena relación con todos.

La familia explicó que el sujeto sospechoso de matarlo frecuentaba la soda y se había ganado su confianza. "Llegó a asaltar el negocio, pero que mi hermano se resistió, lo mató y al final parece que ni se llevó nada. Una muchacha lo vio cuando salió con el cuchillo. Nosotros tratamos de entrar pero no nos dejaron, estaba todo lleno de sangre", comentó su hermana Margarita Chaves.