Adriana Villar

Dueña de la bola 9

Solo tiene 19 años, pero la juventud no le ha impedido ser campeona nacional y panamericana de billar

Cuando Adriana descubrió el billar tenía 12 años y de inmediato supo que ese juego estaría ligado a su vida más allá de la casualidad de tener el apellido Villar.

El destino hizo el resto y ella creció rodeada de jugadores expertos porque su padre (Alfonso Villar) siempre la animó a participar en los torneos que organizaba en el salón que tenía en San Francisco de Dos Ríos.

Ella se acostumbró a la victoria con rapidez, por eso la busca y trata de conquistarla en todos los torneos nacionales, e internacionales, a los cuales la invitan a competir.

"Tengo dos años consecutivos de ser campeona nacional. He participado en tres torneos panamericanos. Quedé en segundo lugar en Aruba y Argentina, pero gané el año pasado el de Curacao, donde competí contra las mejores jugadoras del mundo".

Su fuerte es la modalidad de bola nueve, que consiste en introducir las bolas en orden numeral.

Aunque los títulos conseguidos corresponden a categorías femeninas, Adriana asegura que prefiere competir contra hombres, pues fue con ellos con quienes aprendió todas "las mañas" que conoce.

Pero ser la mejor no se debe solo al talento, por eso ella practica todos los días entre 6 y 8 horas.

"Este deporte requiere, además, de mucho poder mental y una personalidad para no llenarse de nervios. Si uno duda y se pone inseguro falla, eso fue lo que me sucedió en los primeros torneos panamericanos", comenta.

Por ahora tiene la vista puesta en el campeonato mundial, que será en noviembre en Austria, pero reconoce que necesita experiencia y mucho apoyo, pues el billar es un deporte muy caro y difícil.