Rocío Aguilar
"Me resbalan las críticas, pero ya me corté el pelo"
Aprendió a leer a los 5 años con los periódicos, no recuerda una gran torta de niña pero sí sus épocas de "izquierdosa" en la UCR. Sylvia Alvarado
La tenacidad es su máxima virtud. Por eso no le afectaron las críticas que acompañaron su arribo al piso 14 de la Contraloría y que iban desde decir que la había nombrado Óscar Arias hasta cuestionar el corte de cabello.
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"¿Bailar?, no... Prefiero la música clásica y no bailo; conozco muy bien mis limitaciones"
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Hoy, igual que se organiza para ir a las reuniones del colegio de sus hijos, desayunar y comer con tres de los siete retoños que quedan en la casa y estar pendiente de sus ya casi seis nietos, se prepara para imprimir a su gestión un sello de trabajo en equipo y muy buena relación con los diputados. Sabe que la vida está llena de retos y que la clave es sortearlos para alcanzar las metas.
¿Le gusta el futbol, es seguidora de la Sele?
No me gusta el futbol, no lo veo ni por televisión.
¿Y cómo es para la música, es fiebre?
No. Prefiero la música clásica a la popular, pero solo la escucho cuando voy manejando.
¿Con cuál película lloró?
No me acuerdo de ninguna.
¿Cuando estaba en la UCR era de las izquierdosas?
Sí, (ríe). Andaba mucho con gente de mi pueblo, Escazú.
¿Usted es entonces de las brujitas?
Así es.
¿Va al cine con sus hijos?
Sí, acabamos de ver Madagascar y la Guerra de los mundos, de Spielberg.
¿Lee mucho?
Sí, cuando me enamoro del libro no lo suelto. Acabo de terminar "El Dios de las pequeñas cosas" y "El último judío", que me encantó.
¿Le gusta cocinar?
Me encanta, en la cocina le entro a todo. Soy una gran improvisadora, me paso inventando platos y postres.
¿Su perfume?
Chanel.
¿Ve mucha tele?
No, porque me duermo. Lo que más me gusta es bordar en punto de cruz. Los sábados me levanto a las 5:30 para bordar una hora y luego voy a nadar. Los fines de semana son de la familia, casi siempre vamos a la montaña.
¿Es muy brava?
No pero sí muy tenaz. Soy llevadera y me amoldo a las circunstancias por más adversas que sean.
¿Hablando de adversidad, le afectó el clima que se desató en la Asamblea tras su designación?
No, para nada. Soy una mujer de mucho aplomo.
¿Cómo tomó las críticas, medio en broma y medio en serio, por su cabello?
Ni me desvelan esos temas, me resbalan esas críticas, pero ya me lo corté.
¿Siempre lo usa así?
¿Así cómo?, ¿despeinada, quiere decir?
No, quiero decir corto...
Ah, ya. Normalmente no ando el pelo largo pero se me pasó el corte un par de meses. Es que no había tenido tiempo de ir al peluquero.
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