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Las situaciones que enfrentan indican la formación que el grupo debe tomar.
Rafael PACHECO/Al Día
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Héroes sin rostro
Tres fuerzas élite responden a las situaciones de mayor riesgo en Costa Rica Jorge A. QUESADA PALOMO
jorge.quesada@aldia.co.cr
Los vemos en acción pero sus rostros siguen siendo un misterio. Sabemos qué hacen, pero no cuándo lo harán. Ni dónde.
Entre ellos hay quienes ni siquiera le han contado a sus parientes más cercanos que forman parte de alguno de los tres cuerpos de fuerzas especiales del país: Unidad Especial de Apoyo (U.E.A), Unidad Especial de Intervención (U.E.I) y Servicio Policial de Intervención Inmediata (S.P.I.I.).
La reserva y la discreción también son armas poderosas.
Este miércoles, durante la emergencia ocurrida en la agencia del Banco Nacional en Monteverde, muchos vimos en acción a varios integrantes de esos grupos. Óscar Quesada Fallas, de la U.E.I, falleció en el sitio.
Los agentes de estas agrupaciones "funcionan" con una lógica particular. Sus lugares de trabajo son siempre escenarios de riesgo.
Su misión es desarrollar operaciones que requieren personal especializado en logística anticriminal y con fortaleza física.
Sus habilidades y el equipo de protección (que pesa cerca de 20 kilos) son dos de sus amigos más
fieles.
Estos grupos siempre están "guardia arriba" en pequeños grupos y ubicados estratégicamente.
"No podemos revelar el número de integrantes, dónde están nuestras bases ni los lugares de entrenamiento", dice Wálter Navarro, director de la Fuerza Pública.
"Conforme más casos de violencia se presenten, estos grupos tendrán mayor relevancia. Por eso la necesidad de velar por su constante mejora", dijo Gerardo Castaing, exjefe de la S.P.I.I. Violencia "pacifista"En sus incursiones los vemos irrumpiendo con fuerza y velocidad; esa es una parte de la estrategia de "violencia intimidatoria", que pretende amedrentar a los delincuentes poniéndolos frente a personas "sin rostro".
Se trata, en parte, de controlar determinado espacio en un tiempo récord. "No es lo mismo toparse una persona y ver sus rasgos que solo identificarla por sus ojos. Este factor -en muchos casos- hace vacilar a los delincuentes y aprovechamos para reducirlos", detalla uno de los especialistas.
Además, explica que la "violencia intimidatoria" no tiene como fin herir personas: al contrario.
Su propósito es intimidar al sospechoso para limitar su capacidad de reacción y, así, velar por la vida de todos: posibles rehenes, policías e, incluso, la de los antisociales.
"Estos grupos son un recurso muy importante del Estado para momentos de crisis donde no hay otra opción que incursionar para salvar vidas. Gracias a su trabajo se salvó la vida de 11 personas en la situación de Monteverde", dijo ayer Rogelio Ramos, ministro de Seguridad.
El uso de la fuerza, y de armas, no es antojadizo. "Cuando hay disparos es porque nos atacaron primero. Actuamos en legítima defensa. Mucha gente critica nuestro trabajo, pero olvidan que lidiamos con personas a quienes no les tiembla el pulso para herir a cualquiera", agrega otro agente. Bombas de tiempoEl asalto que terminó en secuestro en Tirrases de Curridabat (a finales de febrero) y la retención de rehenes en la Embajada de Chile (julio pasado) son situaciones que atienden regularmente las fuerzas de élite.
Y lo fue, claro, la reciente emergencia en Monteverde, cuyo manejo originó diversas opiniones.
"Se debe destacar que después de la intervención (policial) permanecieron dentro (del banco) miembros de la Unidad de Intervención, quienes siguieron el proceso de negociación, gracias al cual la crisis tuvo un final positivo", dice Manuel Mora Salas, experto en seguridad.
"Como cualquier trabajo tenemos presión. Por eso entrenamos, para perfeccionar nuestras técnicas, dicen sus miembros.
Cuando no queda alternativa, las fuerzas especiales no vacilan para hacer lo suyo: salvaguardar vidas, aunque esto signifique perder la propia.
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Los grupos tienen equipo especial que facilita sus labores incluso durante la noche, como este visor.
Rafael PACHECO/Al Día
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"Nadie se desee suerte"
El pasamontañas olvida al ser humano que todos los días sale a trabajar mientras, en algunos casos, en casa desconocen a lo que realmente se dedica.
Son padres, hijos y hermanos "normales"; la mayor diferencia con cualquier otra persona es que integran las fuerzas especiales del país.
Aman su oficio: "solo así se puede trabajar en estos grupos", dice uno de ellos.
"Mis padres saben que soy policía, pero desconocen que pertenezco a un grupo especializado. No tienen porque saberlo; se preocuparían mucho", dice un miembro de la U.E.A que se identifica solo como "Alfa".
Otros, como "Eco", afirman que llevar una vida familiar normal es difícil. Algunas operaciones los obligan a permanecer varios días lejos del hogar.
"Viera qué difícil es salir de gira sabiendo que un chiquito queda enfermo en casa. Y luego, como si fuera poco, es común que nuestras parejas hagan reproches porque no estamos en momentos difíciles", añade "Eco".
Casados, en unión libre, divorciados... Los entrevistados coinciden en aspectos como el amor a la familia y al trabajo. "Me encanta ver tele con mi chiquito", dice "Sierra". "Y, cuando tengo tiempo, salir pasear con mi señora y tomar un café por ahí".
Largas jornadas laborales -a veces lidiando con las inclemencias del tiempo- hacen que el sentimiento de camaradería en estos grupos sea fuerte. "Pasamos mucho tiempo juntos. Somos como una familia y eso incluye llevarnos bien, pelear entre nosotros y estar en los buenos y malos ratos", confiesan.
Uno de sus líderes recuerda la máxima que escuchan antes de entrar en acción: "que nadie se desee suerte, porque los hombres de fuerzas especiales están dispuestos a dar la vida por su trabajo".
En la mira
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Los grupos de élite se entranan constantemente en diferentes escenarios.
Ministerio de Seguridad para/Al Día
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¿Cómo se entrenan?
Su rutina incluye acondicionamiento físico, tiro, movimientos tácticos, seguridad de instalaciones, defensa personal, sogas y nudos. Mantienen retroalimentación con otros cuerpos élite como el Grupo de Operaciones de España (G.O.E) y el S.W.A.T de Phoenix, EE. UU., entre otros.
¿Cómo seleccionan sus miembros?
Hacen pruebas físicas y de actitud a los candidatos. Estos deben tener más de dos años sirviendo a la Fuerza Pública, presentar un chequeo médico (que incluye prueba "antidoping"), tener licencia al día, presentar entrevistas de personalidad, superar las exámenes propios del grupo, y llevar el entrenamiento especial por más de un año. En caso de que algún miembro se vea en medianas o malas condiciones en algún punto de la preparación o ejerciendo su puesto, se le separa del grupo.
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Un agente de la Unidad Especial de Apoyo apuntaba, el miércoles, durante un momento de tensión en Santa Elena, Monteverde.
EFE/Al Día
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¿Cuándo intervienen las fuerzas especiales?
Solo lo hacen en operaciones de inteligencia, observación e infiltraciones. Trabajan en situaciones de alto riesgo como negociación con delincuentes, allanamientos, protección de personas (testigos, diplomáticos y personeros de alto rango), fronteras y secuestros.
Realizan -además- misiones especiales de buceo (para buscar droga o rescatar personas), captura de delincuentes extremadamente peligrosos, apoyan investigaciones e imparten charlas de seguridad. Están disponibles las 24 horas del día, todo el año y dan seguimiento a cada uno de sus traba jos.
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Miembros de la U.E.A intentaron liberar a todas las personas que estaban retenidas en la sucursal bancaria.
Erick CÓRDOBA/Al Día
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¿Cuáles son los grupos élite en Costa Rica?
Unidad Especial de Intervención (U.E.I), trabaja para el Ministerio de la Presidencia; Unidad Especial de Apoyo (U.E.A) del Ministerio de Seguridad Pública y el Servicio Policial de Intervención Inmediata (S.P.I.I.) del Organismo de Investigación Judicial. Por la naturaleza de su trabajo muchas veces lo hacen en conjunto.
Fuente: Walter Navarro, jefe de la Fuerza Pública, agentes de la U.E.A., y especialistas consultados.
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