Goce y tristeza por el Papa
Breve aparición del domingo
Ciudad del Vaticano/AP. La más reciente presentación del¨Papa Juan Pablo II alegró a decenas de miles de peregrinos, pero su incapacidad de dirigirles la palabra generó nuevas dudas sobre su recuperación.
Juan Pablo II se puso la mano en el rostro y dio algunos golpes en aparente señal de frustración durante su aparición el Domingo de Ramos, que duró menos de un minuto, desde la ventana de su departamento sobre la Plaza de San Pedro.
Esta fue la primera vez en 26 años que el Papa no pudo presidir la misa que señala el inicio de la Semana Santa, la fecha más importante del calendario cristiano y hasta ahora una de sus favoritas.
Con el rostro compungido, el Pontífice, de 84 años, no dijo nada desde su ventana del tercer piso, adornada con una palma y el estandarte papal de color carmesí.
"El goce de verlo, la tristeza de verlo en este estado, esas son las dos emociones que Juan Pablo provocó al inicio de esta Semana Santa de sufrimiento", dijo el diario romano Il Messaggero en su edición de ayer, con una foto del Papa cubriéndose los ojos con una mano vendada en la portada.
Apenas una semana antes, previamente a ser dado de alta de un hospital romano, luego de ser operado el 24 de febrero para insertarle una cánula en la garganta, el Papa se las arregló para decir dos frases con una voz débil. Pero el domingo, con 50 mil peregrinos en la plaza, no dijo nada, golpeando un atril con la mano abierta, luego de ondear una rama de olivo.
Un ayudante cerró rápidamente las cortinas blancas y la televisión del Vaticano no hizo los acercamientos que realizó en las recientes apariciones del Papa desde su ventana.
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