Sismos azotan a El Salvador
64 viviendas destruidas
San Salvador/AP y AFP. Un enjambre sísmico con temblores de hasta 4,9 grados en la escala Richter, ocurridos desde la madrugada del miércoles a la tarde del jueves, dejó al menos un muerto, destruyó 64 viviendas y damnificó a 150 familias en el oeste de El Salvador.
A las 05:06 a.m. de ayer, un nuevo sismo de regular magnitud estremeció la zona occidental de El Salvador, donde la población vive atemorizada por los continuos temblores.
El Servicio de Estudios Territoriales informó que el temblor ocurrió en el sector de Los Naranjos, departamento de Sonsonate, a unos 70 kilómetros al oeste de la capital.
Especialistas sostienen que el enjambre se debe al movimiento de las fallas geológicas locales y hasta el momento se descarta una relación con la actividad volcánica.
El Servicio monitorea la evolución del fenómeno, ya que un enjambre sísmico puede durar días, semanas y hasta meses. Saldo Como resultado del enjambre, un policía murió el miércoles por un derrumbe en una carretera de la zona epicentral de los temblores. Otro policía resultó con golpes de consideración.
"Los temblores dejaron con severos daños 64 viviendas en Apaneca y Juayúa (90 kilómetros al oeste de San Salvador), que son ciudades cercanas a Los Naranjos, donde tienen el epicentro los temblores", declaró la portavoz del Comité de Emergencia Nacional, Verónica Funes.
La mayoría de viviendas dañadas por los sismos están en la comunidad "Regalo de Dios", en Apaneca, donde autoridades locales, con respaldo del Comité, instalaron tiendas de campaña para alojar a los damnificados.
Desde la madrugada del miércoles hasta las 14:00 horas del jueves se han registrado 618 temblores, de los cuales 66 fueron sensibles para la población.
Los últimos siete temblores sensibles del jueves registraron magnitudes que oscilan entre 2,7 y 3,2 grados Richter, con profundidades de entre 5,2 y 8,1 kilómetros, precisó el Servicio.
Pese que los temblores han disminuido, su escasa profundidad focal, de entre 1,6 y 18 kilómetros, eleva su intensidad en la zona del epicentro y provoca pánico en la población.
El presidente salvadoreño, Antonio Saca, viajó el miércoles por la zona afectada y prometió ayuda a los damnificados.
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