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Belleza natural Playa Tamarindo no solo se vende a nivel internacional por la belleza de su playa, sino que también ya es conocida a nivel mundial como un sitio donde fácilmente se pueden conseguir drogas y prostitutas. Foto tomada el jueves 5 de mayo a las 6 p.m. José RIVERA/Al Día
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Tamarindo, paraíso de drogas, delincuencia y prostitución
Delincuencia josefina ataca la zona Erick CARVAJAL, enviado ecarvajal@aldia.co.cr
Playa Tamarindo.-Turismo, drogas y prostitución parecen ser palabras que en Tamarindo van de la mano. La belleza de su playa no solo atrae a gran número de extranjeros, sino que una mafia bien organizada echa raíces y se afianza en este paraíso tropical en el noroeste de Costa Rica.
Un asesinato en diciembre del año pasado, la desaparición de un australiano y la captura de dos vendedores de drogas a principios de marzo, son casos que tienen atemorizada a la población, en su mayoría de origen extranjero.
Mucha de la droga que se trafica, así como de la prostitución y de los delitos que se cometen en este lugar, tienen el sello del popular barrio josefino León XIII. La noche del jueves, dos vendedores y tres prostitutas de ese sitio deambulaban por las calles de Tamarindo en busca de "clientes".
A la par de los nacionales, se abren paso colombianos y nicaragüenses, a quienes también se les atribuye buena parte del contrabando de drogas en esta playa.
Sabino Reyes, oficial de la Fuerza Pública de Tamarindo, explicó que muchos de los robos contra los turistas son cometidos por ladrones que no son locales, sino que en su mayoría vienen de San José o de otros sitios de Guanacaste.
Reyes explicó que con la detención de los vendedores de drogas bajó mucho la venta en Tamarindo. Sin embargo, aquí la gente asegura que cuando atrapan a uno aparecen tres más. El "negocio" siempre debe continuar.
En Tamarindo, muchos de los pequeños vendedores son consumidores. Según la policía, existen al menos 30 drogadictos que se dedican también a la venta de drogas. La mayoría no tiene un lugar donde vivir y se reúne en un sitio conocido como "Chechenia", una zona boscosa, a un kilómetro del centro. ¿Seguridad?El fenómeno afecta al comercio, al turismo, así como a familias, a padres, a jóvenes, a todo el mundo. Las drogas están presentes en Tamarindo desde hace 12 años, pero cobraron más fuerza desde hace cinco.
Griet Depypere, presidenta de la Asociación Pro Mejoras de Tamarindo, aceptó que existe un grave problema.
Por esa misma razón, se organizaron y ya se cuenta con una policía privada que patrulla y da aviso a la Fuerza Pública cuando se logra detectar que se está cometiendo un delito.
Depypere manifestó que nadie se imaginó que Tamarindo fuera a tener un crecimiento tan acelerado y, por eso, la seguridad se quedó atrás.
Siempre han tenido la visita de ladrones pequeños, pero ahora saben que hay gente mejor organizada, que llegan con automóviles rentados y asaltan con armas de fuego.
"Nadie ha resultado herido porque no oponen resistencia", explicó.
"Sabemos que a nivel internacional, Tamarindo se vende como un sitio de drogas fáciles y prostitución. Definitivamente, no queremos ese turismo", comentó Depypere.
En ese sentido, el Ministerio de Seguridad Pública realiza una serie de investigaciones en la zona y espera resultados dentro de unos meses.
Una comerciante italiana, que no quiso identificarse pero que administra una tienda de artesanías, comentó que antes los consumidores y vendedores realizaban sus transacciones en sitios escondidos, no públicos, pero las cosas cambiaron. Ni miedo ni respetoLa fuerza del turismo no solo trajo dólares y euros, sino que también significó una importación de drogas.
Los consumidores y vendedores, según la comerciante, fueron perdiendo el miedo y el respeto . Ahora consumen a plena luz del día.
"No sé a donde vamos llegar", dijo, con tono de preocupación. En una de las esquinas de un centro comercial varios "crackeros" consumen y el guarda del lugar nada puede hacer. "Se ponen agresivos y las autoridades brillan por su ausencia", manifestó. ¿Quiere drogas?El panorama no es nada alentador. Los turistas tienen que soportar a vendedores desesperados por conseguir una venta.
"No les importa que sean personas de 60, 30 ó 25 años, le ofrecen a todo el mundo", relató.
La preocupación de los turistas locales y de los pocos costarricenses que viven en Tamarindo son sus hijos y muchos jóvenes de pueblos aledaños, que son atraídos por las discotecas, las fiestas y los turistas. Con un operativo desplegado en Semana Santa, se "limpió" un poco el ambiente.
"En las noches hay que tener más cuidado, estar vigilante y guardar las apariencias, tener un perfil bajo", relató Pablo Guzmán, un argentino que se instaló en Tamarindo hace cuatro años.
Guzmán se enamoró de la zona y, con su esposa, invirtió en el lugar. Tiene a su cargo dos tiendas, una de venta de suvenir y otra de ropa en las que se da empleo a nueve personas.
Las drogas, a su criterio, son algo normal en todo el mundo, pero cuando llegó a esta playa no era tan abierto el consumo y la venta.
Pero ni las drogas detienen la llegada de turistas y mucho menos el crecimiento en infraestructura. Hoteles y centros comerciales, en plena construcción, hacen pensar que el sitio se convertirá, dentro de poco, en una de las ciudades turísticas más importantes del país.
En los sitios más exclusivos de Tamarindo se pueden conseguir terrenos en los que se cobran $250 (¢118 mil) por metro cuadrado, mientras que los alquileres mensuales en los centros comerciales oscilan entre los $750 (¢354 mil ) y $1.000 (¢472 mil).
Los comerciantes no solo piden más seguridad, sino también una mejor infraestructura vial y centros de salud, en fin, todo lo que una población turística debe tener para una mejor atención.
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Felipe De Anda Me han ofrecido drogas como en un par de ocasiones. Sin embargo, creo que es algo que se desarrolla a la par de una ciudad en crecimiento. Siempre hay cosas negativas y postivas. Vengo de Buenaventura California. José RIEVRA/Al Día
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"Roots, rock, reggae."
Voces extranjeras Erick CARVAJAL, enviado ecarvajal@aldia.co.cr
Playa Tamarindo, Viernes 6 de mayo, 12:30 a.m. En las afueras de un famoso bar local, dos extranjeros y un nacional comparten un puro de marihuana, tranquilamente, al ritmo de la música "reggae". Aspiran tan fuerte, como para que no se les escape nada, que parecen que se les fuera a acabar el aire.
Es la medianoche. Dentro del bar hay decenas de turistas que se mezclan con la gente de Tamarindo. Afuera, los taxistas piratas esperan un servicio y dos oficiales de la policía observan el espectáculo.
Un poco más alejados, tres vendedores esperan que otros salgan para cambiar el dinero por la droga. Todo sucede a vista y paciencia de todos. Muchos ni se dan cuentan, sumidos en la música y el baile.
La vida nocturna en Tamarindo gira alrededor de los bares. Al ser sitios abiertos, la música se esparce por toda la playa y la gente baila sobre la arena.
Muchos vendedores se aprovechan de eso para hacer sus transacciones. Antes lo hacían a escondidas, detrás de las palmeras, pero ahora es a la vista de todos. En estos sitios se puede conseguir lo que sea, pero el "público" en su gran mayoría busca marihuana.
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Jane Todavía nadie me ha ofrecido drogas ni he tenido problemas de robos. Nos dijeron que no dejáramos cosas de valor en el automóvil. Tamarindo me parece una hermosa playa. Prefiero no dar mi apellido y soy de La Florida. José RIEVRA/Al Día
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Andrea En un par de ocasiones se han acercado a venderme drogas. Eso no es problema para mi. No considero que Tamarindo sea un lugar peligroso para los turistas. Las drogas están presentes en cualquier parte del mundo. Prefiero no dar mi apellido. Soy de San Francisco, California. José RIEVRA/Al Día
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Mucho dolor Yadira Zúñiga, madre de Gerald Álvarez, de 23 años, asesinado en diciembre del año pasado, quiere saber por qué mataron a su hijo. "Nadie me dijo nada", comentó el viernes pasado, a las 11:35 a.m. José RIVERA/Al Día
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"Asesinaron a mi hijo sin piedad"
Paradero de australiano es un misterio Erick CARVAJAL, enviado ecarvajal@aldia.co.cr
Playa Tamarindo.- Yadira Zúñiga rompió en llanto cuando recordó el 25 de diciembre pasado, el último día que vio con vida a su hijo Gerald Álvarez, de 23 años.
"Mamá estoy muy contento, venga para abrazarla, para darle un beso", le dijo Gerald, relató su madre.
El asesino de Álvarez es un hombre conocido como "Mier", que vivía en la ciudadela León XIII y tenía dos años de residir en Tamarindo.
Según las investigaciones judiciales, "Mier" era vendedor de drogas en la zona.
Gerald trabajaba como jardinero en el hotel Casa Sueca, a la par de su madre.
"Iba a cumplir un año de trabajar y estaba muy feliz", comentó el viernes pasado la madre de Gerald.
"No supe nunca por qué mataron a Gerald. Solo me di cuenta que el asesino se sometió a un proceso abreviado y lo condenaron solo a 8 años de cárcel", comentó.
"Mier" le disparó a Gerald en la cabeza. El joven, aún con vida, fue traslado al Hospital de La Anexión, pero murió al ingresar al centro médico. En el misterioDel australiano Brendan Dieran Dobbins, de 24 años, desaparecido desde el 4 de marzo en playa Tamarindo, no se sabe nada.
Los padres del joven se marcharon del sitio hace 22 días, sin ninguna esperanza.
Brendan se perdió precisamente cuando caminaba por el sector de "Chechenia", base de operaciones de algunos de los adictos de Tamarindo.
En el pueblo circulan diferentes versiones. Unos dicen que se ahogó y otros que lo mataron y lo enterraron por la zona.
Las autoridades judiciales desconocen lo que le pudo haber sucedido.
"Parece que se lo tragó la tierra, nadie dice nada ni sabe nada. Eso sin duda alguna le da una imagen negativa a Tamarindo", admitió Sabino Reyes, oficial de la Fuerza Pública.
Cuando cae la noche...
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Lugar escondido Jueves 5 de mayo, 4:04 p.m. Un hombre ingresa a un sitio conocido como "Chechenia", a un kilómetro del centro de Tamarindo, que sirve como escondite para unos 30 adictos que deambulan en la zona. Ellos mismos se han convertido en pequeños vendedores. La policía presume que gran parte de la droga que se vende viene del barrio josefino León XII. José RIVERA/Al Día
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Contactos en la calle Jueves 5 de mayo, 9:34 p.m. La prostitución es otro de los negocios que afecta la imagen de Tamarindo. Greit Depypere, presidenta de la Asociación Pro Mejoras de Tamarindo, aseguró que ese tipo de turismo no les interesa. "Lo malo es que esta playa ya es conocida a nivel mundial como un lugar donde se pueden conseguir drogas y abunda la prostitución", comentó. José RIVERA/Al Día
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Jóvenes en peligro Jueves 5 de mayo, 10:30 p.m. En los bares de Tamarindo es común ver a grupos de jóvenes, muchos de ellos consumiendo drogas, a vista y paciencia de todos. Otras jóvenes también vienen de San José a prostituirse. José RIVERA/Al Día
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