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Mucha bulla
En Naranjo, un bar karaoke y sala de espectáculos, supuestamente produce tanto ruido después de medianoche que no deja dormir a una vecina, quien ha ganado dos recursos de amparo ante la Sala IV.
Carlos SALAZAR/Al Día
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Naranjo: rechazan karaoke
Exceso de ruido Carlos SALAZAR, corresponsal
redaccion@aldia.co.cr
Naranjo - La Municipalidad de Naranjo fijó un plazo de 30 días para estudiar el posible cierre de un bar karaoke por ruido excesivo, ante la solicitud de una vecina que ha ganado dos recursos de amparo ante la Sala Constitucional contra el municipio y el Ministerio de Salud.
Grigory Chaves, abogado de Amable Villalobos, denunció el lunes ante los regidores que las autoridades involucradas, incluyendo la Municipalidad, no han hecho nada para cumplir una orden de la Sala IV, que protege el derecho de su representada "a un descanso reparador".
El abogado aseguró que "el dueño del local ha incumplido con un reglamento municipal que le permitía usar el karaoke hasta las 12 de la noche, hay más de una docena de partes policiales y un acta notarial que dan cuenta del ruido hasta casi las dos de la mañana".
Además, se quejó de que el alcalde, Mario Solís, pidiera a Villalobos un certificado médico sobre daños a su salud, como condición para darle una audiencia ante el Concejo, lo que el abogado consideró "violatorio a los derechos constitucionales de mi representada".
El presidente municipal a.i., Guillermo Corrales, afirmó al respecto que los regidores desconocían el problema y propuso estudiar el expediente, para tomar una decisión definitiva sobre el caso en un mes.
De acuerdo con Villalobos, "en 44 años de vivir cerca del parque, es hasta hace poco más de cinco años que he tenido problemas con ese bar por el ruido que no deja dormir".
Por su parte, Chaves pidió investigar un permiso de funcionamiento del karaoke y sala de espectáculos públicos, diagonal al parque de Naranjo, que no tiene fecha para ser renovado. "Es un permiso para siempre", aseguró.
El abogado también entregó a los regidores una cronología de los hechos que no dejan dormir tranquila a Villalobos, enfermera jubilada mayor de 70 años, así como una copia del expediente con más de un centenar de páginas.
"Estamos aquí para que ayuden a doña Amable, para que cumplan con lo dispuesto por la Sala IV y no se viole de manera frontal la Ley Integral de la Persona Adulto Mayor", subrayó Chaves.
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