Domingo 08 de mayo, 2005. San José, Costa Rica.



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Los pantalones "de mezclilla", "vaquero", "tejano", "bluyín" o "jeans", como se le llama en distintas partes de Latinoamérica, lo usan los trabajadores y los ricos y famosos.
Archivo/Al Día

¿Qué haríamos sin el

"jeans"?

¡El que no tenga uno que arroje la primera piedra!

Guiselly MORA

¿Qué tienen en común el príncipe Guillermo de Inglaterra, el político Otto Guevara, la ganadora del Premio Nacional de Ciencias Caterina Guzmán, el futbolista Álvaro Mesén, la cantante Marta Fonseca y la modelo Guiselle López?

¡Los seis usan "jeans"! La popular prenda de vestir, creada hace 152 años, no pasa de moda y puede usarse de día y de noche.

Además:

  • Marta tiene su versión
  • Moda científica
  • Sin corbata
  • Fuera de la cancha
  • Cosas de vaqueros
  • Modelo en "jeans"
  • ¿Qué pasaría si por un instante desapareciera de nuestros roperos? Sería como estar en un embotellamiento. La gente llegaría tarde al trabajo y tendría que buscar una excusa mejor que decir "no tenía qué ponerme".

    No es exageración: de cada cinco pantalones que los muchachos ticos compran al año, cuatro son "jeans", y nueve de cada diez personas tienen por lo menos uno de estos comodines en su guardarropa, según datos de la empresa CIMER, S.A.

    ¿Qué harían los ejecutivos que lo llevan con saco, los funcionarios públicos que tienen licencia para usarlo los viernes, los fiesteros, los jóvenes que no se lo apean y lo llevan cintura abajo, las muchachas súper sexys que los usan dobladitos en los ruedos?

    Es probable que al llegar en 1850 a las minas del oeste y ver la fiebre que se había desatado en los alrededores, el alemán Levi's Strauss haya pensado que "no todo lo que brilla es oro".

    Y de esta forma, mientras los mineros estadounidenses se desvivían por hallar las pepitas que los harían millonarios, Strauss solo necesitó menos de dos metros de tela, unos cuantos de hilo, cinco botones y seis remaches para fabricar un artículo que sería el producto más popular del mundo.

    Nadie se lo quita

    El "jeans" llegó para quedarse, al punto que ha llegado a ser "sinónimo de libertad", dice Silvestre Atelier, y más allá de la prenda "se convirtió en una categoría", afirma Paula Barrionuevo.

    Ambos son diseñadores de moda y le han seguido el pulso a la tradicional prenda que llevan los nobles y famosos, las damas de la "alta sociedad", los estudiantes, los vendedores, los taxistas, el palestino de la intifada, los ecologistas y hasta los activistas anti-TLC.

    Los compran las mujeres, los hombres, los niños y los abuelos. Las soldados de Liberia, África, mujeres bien armadas, llevan "jeans".

    Ya no hay lugar en el mundo que no haya sido sacudido por la revolución azul, escribían los críticos a mediados del siglo pasado.

    Después, el pantalón se bajó de las perchas para expresarse representante del rock en Woodstock, rebelde sin causa en las piernas de James Dean y contrario a la guerra con Vietnam entre los miles de jóvenes que se negaron a vestir el uniforme militar, entre ellos el expresidente de Estados Unidos Bill Clinton.

    Hoy será azul

    Nuestras historias personales están llenas de "bluyines": "Todos usamos un 'jeans' en un momento importante de nuestra vida, cuando dimos el primer beso, probablemente, llevábamos uno", dice Barrionuevo para quien el viejo pantalón tiene un significado muy especial.

    "El 'jeans' para todo diseñador es importante porque es un icono de moda para muchas generaciones", añade.

    En el mundo actual, es imposible estar pasado de moda si se viste con "jeans"; además, la mano invisible de la competencia entre marcas se ha asegurado de que haya para todos los gustos: clásicos, rotos, rectos, con campana, con los ruedos doblados, con remaches y sin remaches, con bolsillos y sin ellos y con cintura alta o baja para enseñar el ombligo.

    De los colores, ni hablar: el clásico es el azul de cinco bolsillos (dos atrás y dos adelante con un bolsillo pequeño para el reloj); también existen con variaciones, algunos de padres conocidos, cuyos precios están entre los más altos del mercado.

    Pero también están los huérfanos, que se consiguen en muchas tiendas no tan "exclusivas". En fin, el mundo no sería tan cómodo sin una prenda "todo terreno" que, incluso, podemos usar en una actividad formal, con saco los hombres y con blusa de seda y tacones altos las mujeres.

    Si desapareciera nos quedamos sin piel: "La gente lo ha adoptado como una forma de vivir", dice Atelier.

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    Marta Fonseca, cantante de Corazones solitarios.
    Abelardo FONSECA/Al Día

    Marta tiene su versión

    "Es mi consentido y lo uso diariamente, de hecho, es lo que único que me pongo, pero si hay actividades muy elegantes lo dejo de lado.

    Lo llevó, especialmente, con camisetas de algodón, con chaqueta de cuero y botas. Lo cambio de acuerdo con lo que encuentre.

    Usar 'jeans' es una costumbre que adopté cuando ingresé a la universidad. Para mí, es el símbolo de la escena.

    Es muy funcional, tanto de día como de noche, me relaja no tener que preocuparme por lo que me pongo, por eso lo combino con botas o zapatos altos con los cuales se ve muy elegante"

     

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    Abelardo FONSECA/Al Día

    Moda científica

    "¡Claro que uso "jeans"!" Dice Caterina Guzmán Verri, la primera mujer galardonada con el Premio Nacional de Ciencia -fue en el 2002-, para quien el ambiente del laboratorio no riñe con la moda.

    "Los uso por lo menos una vez a la semana y sábados y domingos. Los combino con camisetas de colores; aunque me gustan, jamás asisto a una actividad formal vestida con 'jeans'", afirma esta microbióloga doctorada en Suecia.

    Para ella, el "jeans" es una prenda muy útil, especialmente, cuando debe recoger muestras. "Ese es un ambiente muy informal", explica Caterina.

     

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    Abelardo FONSECA/Al Día

    Sin corbata

    El abogado y político Otto Guevara usa "jeans" los fines de semana, cuando va de gira y en actividades informales.

    Como muchos de los ticos, lo tiene en el guardarropa desde que era un niño.

    "Para mí, significa libertad, romper esquemas, ser diferente, actuar con naturalidad y seguridad en uno mismo". Guevara confiesa que no se lo pondría para asistir a actos o reuniones protocolarias.

    Cuando viste "jeans", eso sí, los acompaña con una chaqueta y, en ocasiones, con saco deportivo, pero "sin corbata".

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    Archivo/Al Día

    Fuera de la cancha

    El portero del Herediano Álvaro Mesén se declara "mitad formal y mitad informal".

    "Porque cuando no visto saco y corbata, me pongo un pantalón casual como los de 'army'; el resto del tiempo ando con 'jeans'".

    A Mesén le gustan los clásicos, aunque trata de tener varios en distintos colores, especialmente, azul fuerte; además, prefiere los lavados y celestes.

    "Una vez compré uno de color negro, pero no me gustó". A este arquero tampoco le hacen gracia los "jeans" rotos.

    "Cuando se les hace algún agujero o se ven gastados, dejo de usarlos".

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    Contrario a lo que sucede con las modas pasajeras, el jeans no fue creado para las clases altas sino para la clase trabajadora; ahora, hasta los príncipes -como Guillermo de Inglaterra-lo usan todos los días.
    Archivo/Al Día

    Cosas de vaqueros

    Fuentes: Internet y Marjorie Colocho de Cimer, S.A.

    En 1935, se creó el primer "blue jeans" para mujeres.

    En los años 60, estos pantalones comenzaron a llamarse "jeans".

    El clásico "jeans" 501 de la marca Levi's debe su nombre al número de lote que se le asignó en la fábrica; el Día del "Jeans" se celebra el primero de mayo porque la fecha en inglés se lee primero el mes (5 en este caso, por mayo) y el día después (01).

    El nombre "jeans" viene de una tela muy popular en Génova, Italia, parecida al "Denim", pero que no llegó a ser muy popular.

    La mezclilla de verdad tiene el hilo de la trama teñido con un tinte vegetal que se llama índigo, tomado de una planta de origen egipcio. La urdimbre es de hilo blanco, por eso es que el producto final es una tela blanca con azul.

    En los 50, los "jeans" se convirtieron en la prenda de vestir de los "chicos malos de Hollywood", entre estos Marlon Brando y James Dean.

    Los "jeans" prelavados los creó Jack Spence para la empresa Lee.

    Según una encuesta publicada por una empresa que monitorea el comportamiento del mercado del algodón, 31 por ciento de los hombres creen que una mujer atractiva se ve más sexy en "jeans", mientras que el 50 por ciento de las mujeres piensan que ellos se ven más sexys con pantalones de mezclilla.

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    Ayer, los soldados norteamericanos llevaron los "jeans" al frente de batalla. Hoy, son las soldados de Liberia, quienes hartas de violaciones, torturas y asesinatos decidieron tomar las armas para defenderse. Ellas se uniformaron...con "jeans".
    Archivo/Al Día
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    Este "bluyín" (de Levi's) figura desde el domingo pasado al libro de los Récords Guinness, mide 30 metros de altura.
    AFP/Al Día
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    Guiselle López, animadora del programa "Sábado Feliz", de canal 7.
    Archivo/Al Día

    Modelo en "jeans"

    "Es mi prenda favorita, incluso, el fin de semana pasada usé uno todo roto con una blusa formal.

    ¿Cuáles me gustan? Rotos, porque antes yo misma los rompía, ahora por dicha los venden así; además, los llevo rectos -que son los que están de moda-, desteñidos y del color tradicional,

    Tengo un montón. Antes usaba muchos de campana, pero esos ya no están de moda y prefiero comprarlos rectos y a la cadera".

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